LAS GUERRAS CARLISTAS EN EL RINCON DE ADEMUZ Y LA ZONA, SEGUN LOS DOCUMENTOS (III). PRIMERA G.C. (1833-1840). PERIODO 1836

PERIODO 1836

Calderote (de Augusto Ferrer-Dalmau)

Comienza el año 1836 con la Regencia de María Cristina y sigue como Jefe de Gobierno D. Juan de Dios Alvarez de Mendizábal. Durante dicho gobierno se viene realizando la célebre desamortización que lleva su nombre ("Desamortización de Mendizábal") que, en lo referente a la Guerra, viene provocando la indignación entre las masas campesinas sin propiedad, que en su inmensa mayoría, y en el mejor de los casos, pasan a ser simples jornaleros de los nuevos propietarios. Este importante grupo de población rural vendrá a simpatizar más con la causa carlista.


VALENCIA 20 de enero [1836].= Capitán general de los reinos de Valencia y Murcia.= Plana mayor.= El comandante de armas de Ademuz participa que habiendo encargado a los nacionales de aquella villa Julián Blasco y Generoso Rodríguez, de la conducción de un pliego para el comandante de armas de Chelva, se pusieron en marcha desarmados, y al pasar por la rambla de Tuéjar fueron asaltados por cuatro facciosos armados; los nacionales se fingieron agentes de maderas; pero en una oportunidad se arrojaron sobre los facciosos, los desarmaron y apalearon, debiendo su salvación a la fuga, y habiendo presentado aquellos las cuatro armas de fuego que quitaron a éstos al comandante militar de Chelva, quedando en su poder además las mantas y sombreros que arrojaban para huir a más velocidad.
Lo que quiere S.E. se haga público para que conozcan los leales cuán poco valor tienen las armas en manos de los cobardes y traidores.= El capitán Isidoro Navarrete.[1]

El 16 de febrero de 1836, es fusilada en Tortosa (Tarragona) la madre de Ramón Cabrera, Ana María Griñó, en represalia por las ejecuciones en La Fresneda de los alcaldes de Valdealgorfa y Torrecilla (todos estos pueblos de la provincia de Teruel) el 6 de febrero por parte de los carlistas. Esto desencadena un recrudecimiento de la violencia en la guerra, especialmente en esta zona de Levante, no conocida hasta entonces. A partir de esos momentos Cabrera, resentido y atormentado, es cruel en la guerra. Y por sus criminales y vengativas actuaciones, pasa a ser conocido como “El Tigre del Maestrazgo”.


Fusilamiento de la madre de Cabrera (pintura de Juan Alaminos)

El 12 de marzo de 1836, la facción de Ramón Cabrera,  procedente del Maestrazgo turolense, y mandada por Manuel Añón, que se dirigía a Salvacañete (Cuenca), tiene un enfrentamiento con fuerzas gubernamentales, entre los términos de este pueblo y el Rincón de Ademuz (Valencia), y tras su derrota, se dirige hacia la Sierra de Albarracín. 
En abril de este año se crea la División Carlista del Turia, que operaría desde Chelva.

El 4 de marzo [1836] se encargó Añón [Manuel Añón] del mando de la facción Cabrera, y, con instrucciones de invadir el territorio de Chelva y marquesado de Moya, subió por las Bailías y pasando por Sarrión y Ademuz iba a Salvacañete.
Antes de llegar a este pueblo le salió al encuentro la columna de Cuenca que, con sesenta caballos de la Reina 2º de línea, le hizo retroceder a la sierra de Albarracín.[2]

(Del “Diario de Zaragoza”)
CAPITANIA GENERAL DE ARAGON
El gobernador militar de Teruel en comunicación del 14 [marzo] me incluye copia de la que, el comandante general de la provincia de Cuenca dirigió al comandante de armas de Ademuz desde Cañete fecha 12, que a la letra dice: “Comandancia general de la provincia de Cuenca: A las cuatro de esta tarde los enemigos desesperados de poder adelantar nada en el ataque que duraba ya seis horas y cuarto, aunque estaban más que convencidos de la inferioridad numérica de mi columna, se han retirado precipitadamente por el camino de Albarracín sostenidos por su caballería en número de 150 a 160 caballos. El total de la facción es indudablemente de 2.000 a 2.300 hombres, llevan bastantes heridos, han dejado algunos muertos y llena de orgullo a mi corta columna. Le aviso a V. para su satisfacción encargándole haga pasar este mismo oficio con la mayor precipitación al señor brigadier Nogueras, para que enterado del movimiento de los enemigos, maniobre convenientemente”.[3]

… Ya en el año 1836 [marzo], la facción de Miguel Sancho (el "Fraile de la Esperanza")*** ataca impunemente Venta del Moro, Caudete de las Fuentes y Villargordo del Cabriel, sin que la columna isabelina de Warleta [Francisco Warleta] pudiera evitarlo. E1 mismo cabecilla siguió requisando acémilas y burlando columnas isabelinas mientras que otros comandantes de la facción,  Quílez [Joaquín Quílez], Morán [José Morán] y el  canónigo Perciba [Vicente Perciba, que había sido canónigo de Tortosa] proyectaban desde Utiel otra acción sobre Requena, siendo alejados por el general Palarea [Juan Palarea y Blanes].[4]


     *** Miguel Sancho, el "Fraile de la Esperanza", nació en Lliria hijo de labradores. De niño tuvo una grave enfermedad, durante la cual su madre Esperanza hizo la promesa de vestirlo de frailecito ("vestirle el hábito por devoción") si su hijo sanaba, lo cual así fue. Es por eso su apodo de "Fraile de la Esperanza" (pues él no fue clérigo, como otros personajes del carlismo). De joven ayudó a su padre en la agricultura, y después pasó a ejercer de arriero y se le tuvo por contrabandista, por lo que fue perseguido por la justicia. Tras la muerte de Fernando VII se encaminó a Morella para unirse con los carlistas del barón de Herbés. Tras la derrota carlista en la "acción de Calanda" (1833 diciembre), permanece oculto hasta mediados de 1834, en que pasa a las órdenes de Manuel Carnicer. Encuadrado en la "División del Turia", posteriormente fue nombrado comandante de la misma (aunque escaso de educación y sin preparación militar). A partir de 1836 es personaje muy destacado en esta zona (Chelva, Utiel, Serranía de Cuenca, Rincón de Ademuz...), mandando tropas carlistas en el sitio de Landete (15-07-1836), ataque a Requena (13-09-1836), ataque al fuerte de Cañete (26-05-1837), sitio al fuerte de Moya (25-10-1837)... Según noticias de la época "aunque salvaje y estúpido, no fue tan cruel como otros". Al finalizar la guerra, se le sabe ubicado en Benasal (Castellón) "oscuro e ignorado".

[1836 marzo  19] Acabo de recibir del gobernador militar de Castellón de la Plana, el parte siguiente: Capitanía general de Valencia y Murcia:
… Según parte que acabo de recibir del comandante militar de Chelva, fecha de ayer [marzo  19], los facciosos han sufrido en Salvacañete la pérdida de más de 100 hombres, encontrando el resto su salvación en la fuga.
Lo que se noticia al público para su conocimiento. Valencia 20 de marzo de 1836.- El comandante general, Mariano Bresson.[5]

A finales de marzo de 1836, Ramón Cabrera, con fuerzas catalanas y del Maestrazgo, hace una expedición por el noroeste de Valencia (Chelva, Liria, Buñol, Chiva...), y posteriormente se retira hacia Aragón. Pocos días después (a mediados de abril), volverían a la zona.

[1836 marzo, finales] Sabemos que ayer ha llegado un extraordinario para el gobierno con noticias de que las facciones catalanas y aragonesas tratan de reunirse en número considerable para volver a invadir la provincia de Cuenca. En aquella capital se habían recibido partes de que en Chelva, confines de Valencia, había más de seis mil rebeldes, en gran parte catalanes: de que en Teruel habían pedido 20.000 raciones; y de que en sus inmediaciones no había columna alguna de nuestras tropas. En la provincia de Cuenca son también escasísimas, y sólo están atenidas al valor del comandante general López [Narciso López de Urriola], y a la decisión de los Guardias nacionales que todos los días están dejando sus casas para acudir a la sierra invadida por el carlismo. La pequeña columna que fue estos días a reforzar aquella guarnición se ha puesto por el capitán general al exclusivo mando de un coronel: por manera que ahora será de nuevo invadido el territorio de Cuenca, y el intrépido López no tendrá fuerzas que oponer, ni podrá mandar éstas que se hallan en su distrito. La vecindad de Cuenca a la corte hace más serio de lo que parece este negocio: si los facciosos logran sublevar aquel país, como lo intentan con empeño, tras de los males que allí causarán, se ha de resentir la capital del reino. Ponga el gobierno tanto interés en defender aquella provincia, como los carlistas tienen en levantarla. (Eco)[6]


[1836 abril]… Mientras tanto, la guerra se extendía al noroeste de la provincia de Valencia, donde se había creado la división carlista del Turia, que operaba desde Chelva. Esta unidad, que empezó a formarse en abril con tan sólo 66 hombres, creció rápidamente gracias al apoyo de la población de la comarca, así como a la organización que impuso Luis Llagostera, uno de sus primeros jefes.[7]



Luis Llagostera y Casadevall (issuu.com)

VALENCIA 16 de abril. [1836]
Las facciones de esta provincia siguen internadas en el bajo Aragón. El coronel Minuissir [Nicolás Minuissir y Giorgeta] va en persecución con una columna bastante considerable y ha logrado alcanzarles dos veces, pillándoles algunos prisioneros que han sido fusilados en el momento. El cabecilla Cabrera, escarmentado con la acción de Chiva, y silbado por los demás cabecillas del bajo Aragón, por haber huido cobardemente a la vista de nuestras tropas, se ha retirado hacia la Cataluña con una porción de los suyos que le ha querido seguir; los otros, unidos a los cabecillas Cayetano [Cayetano López y Martínez], Gil [Eliodoro Gil] y Fraile de la Esperanza [Miguel Sancho], han reducido sus correrías a las inmediaciones de Chelva y Villar del Arzobispo, de donde no salen, temerosos de ser batidos.[8]

[Esto es de una publicación carlista] Comandancia general de bajo Aragón.- Excmo. Sr.- Al regreso de mi expedición del reino de Valencia, me ha enterado el jefe de E.M. de este ejército D. José María de Arévalo, del parte que elevó a V.E. el 3 de Abril de este año [1836], incluyendo el que yo le había dirigido de resultas de la gloriosa marcha y sorpresas hasta Liria el 31 de Marzo. Con la columna expedicionaria que en aquél se cita, continué mi marcha por varios pueblos de las cercanías de Valencia, recogiendo algún armamento, y escarmentando con la muerte a los urbanos [milicias liberales], que alcanzaba en su fuga por aquellos cerros: pasé oficio a Buñol que tenía fortificado un castillo antiguo, y por la oferta que les hice de indulto, no opusieron resistencia… Escarmentados así los enemigos no tuvieron valor para seguir mi movimiento que lo fue hasta Alcalá de la Selva con lentitud, y relevando dos batallones con otros más descansados, volví a dirigir mis tentativas sobre el mismo flanco derecho de Valencia, porque advirtiendo los enemigos mi marcha retrograda, se proponían destruir con actividad la columna móvil que dejé formada con nuevos voluntarios en las sierras de Chelva. Adoptando todas las precauciones que me parecieron capaces de ocultarles mi proyecto, logré segunda vez internarme en dicho reino de Valencia, sorprendiendo felizmente el día 18 [1836 abril] las dos compañías del fijo de Ceuta con el resultado que aparece en el impreso, que con el número 2 acompaño igualmente a V.E., para que participe S.M. de la complacencia que me cabe. Con estas ventajas dirigí mis miras hacia la parte de Cuenca en busca de la columna de aquella provincia, que constaba de mil hombres de la Guardia Real y muchos urbanos [milicias liberales], y aunque tenían por apoyo el Fuerte de Ademuz, al acercarse huyeron, y ocupé aquella posición sin resistencia [abril 25], destruyendo sus obras: traté con lenidad a la población, y dirigí mis pasos hasta Mora de Rubielos…- Queda desanimado en el país recorrido el partido liberal, y alentado y orgulloso el de la legitimidad, por el esfuerzo de estas beneméritas tropas, y los escarmientos ejecutados en los rebeldes; y para conseguir adelantos, animar el espíritu y decisión de la tropa, que se presenta con frecuencia en estos días, he dejado en las sierras de Chelva una columna con el nombre de móvil de Turia, por ahora al mando de los comandantes de caballería e infantería D. Sebastián Vicente Agrasot y D. Miguel Sancho [el Fraile de Esperanza], naturales de dicho país y ya cuenta con 500 hombres armados y más de 30 caballos, según su último parte.
De todo ruego a V.E. se sirva dar cuenta al Rey N.S.- Dios guarde a V.E. muchos años. Cantavieja, 6 de Mayo de 1836.- Excmo. Sr.- Ramón Cabrera.- Excmo. Sr. Ministro de la Guerra.[9]

TITAGUAS 19 de abril.- PASO DEL CORONEL MINUISSIR – CAPTURA DE DOS FACCIOSOS DE LOS QUE MANDABA CABRERA.
Anoche [1836 abril 18] a las nueve pasó con el mayor silencio por esta villa el coronel D. Nicolás Minuissir, comandante general de los cantones de Liria, Chiva y Chelva, con una columna de infantería del regimiento provincial de Santiago y 12 lanceros de la Guardia Nacional de Liria, mandados por el patriota presbítero Don Mariano Ramírez teniente de la sección de dicha Guardia Nacional. Parece que el coronel Minuissir siempre que marcha de noche, y está inmediato al enemigo suele cubrir a retaguardia y flancos con emboscadas: una de éstas lograron coger dos facciosos después de una fuerte resistencia, los cuales conducidos a presencia de dicho jefe, éste después de examinados y confesados, los mandó fusilar en el campamento de la Herrería, termino de Tuéjar.
Estos miserables pertenecían a la facción de Cabrera y se llamaban Gregorio Martínez y Diego Solar [o Solaz], ambos naturales de Tuejar; además eran ladrones de fama. (Carta Particular).[10]


Nicolás Minuissir y Giorgeta (pintura de Federico Madrazo)

El 19 de abril de 1836, parte de Manzanera (Teruel) una expedición carlista, y que vía Camarena de la Sierra llega a Libros, y río Turia abajo, por Torrealta, Torrebaja y Ademuz, a Talayuelas, Sinarcas y Utiel. Esta expedición tiene por objeto recaudar contribuciones, y abastecerse de calzados y víveres.

Dice
Alfredo Sánchez Garzón, citando a Madoz:
“En la tarde del 19 de abril de 1836 salió Cabrera de Manzanera con dirección a la parte de Teruel, abasteciéndose en Ademuz y otros pueblos de víveres, calzado y dinero”[11]

[1836 abril 19]Una nueva expedición en busca de víveres, calzado y dinero salió de Manzanera, y pasando por Libros, Torre Alta, Torre Baja, Ademuz, entró en la provincia de Cuenca, pasando por Talayuelas; siguió en la de Valencia, pasando por Sinarcas; de allí de nuevo a la de Cuenca a Utiel, y regresando a la de Teruel por Rubielos de Mora a Cantavieja, que fué el término de aquella jornada y en la que entraron con todo su botín. El primer cuidado de Cabrera fue visitar el hospital, y, viendo que ya estaba preparado para recibir a los heridos, marchó con sus ayudantes a los puertos de Beceite…[12]


CRONICA - NOTICIAS NACIONALES
Utiel 19 de abril. [1836] MOVIMIENTOS
[1836 abril 19] López [Narciso López de Urriola] ha sido vuelto a recibir en la provincia con un entusiasmo difícil de describir: el batallón (2º del tercer regimiento de la Guardia Real) no saldrá de ella en algún tiempo: generalmente andamos por las breñas de las sierras, sin descansar, como no sea muy poco. Hoy nos encontramos a 14 leguas de la ciudad de Valencia y la vista de este reino de Aragón, por si la facción vuelve a intentar aproximarse y trata de entrar otra vez en esta provincia, que es la más a propósito para ella por la fragosidad, y muchos montes de la tierra. Muchos son los trabajos que esta tropa pasa, vagando de pueblo en pueblo en un país donde son por extremo miserables, además de que el tiempo favorece muy poco. Ignoramos cuándo volveremos a ésa; vivimos sin comunicación alguna; sólo de vez en cuando en los pueblos de alguna consideración leemos los periódicos. Muy agradables son aquí las ideas de intervención extranjera; porque cansados, agobiados y miserables los pueblos desean sólo que la guerra concluya de cualquier modo. (Carta Particular).[13]

CRONICA - NOTICIAS NACIONALES
Valencia 26 de abril. [1836] RETIRADA DE LOS FACCIOSOS
[1836 abril, sobre el 20] El mismo Excmo. señor acaba de recibir un parte, de haber pasado en retirada por las inmediaciones de Teruel la facción del sanguinario Cabrera con dirección a Molina. Con esto queda reducida la facción en esta hermosa provincia a la insignificante gavilla del Fraile Esperanza [Miguel Sancho], en cuyo exterminio entienden ya columnas combinadas y decididas. Depongan pues, la zozobra y temor los habitantes de este reino, confiados en que las acertadas disposiciones del bizarro jefe que nos rige, impedirán que en lo sucesivo se atrevan a profanar los caribes [salvajes] con sus inmundas plantas esta clásica región de la lealtad, so pena de hallar en ella su escarmiento y su sepulcro.
Por noticias fidedignas se saben algunas particularidades de la marcha de Cabrera, y son las siguientes:
El 21 debió pernoctar [Cabrera] en Alcalá de la Selva. El 22, a las once de la mañana, pareció toda la facción reunida de Cabrera, Quílez y el Organista, a la vista de Teruel. El día anterior 21, habían llegado a dicha ciudad [fuerzas gubernamentales] 700 quintos perfectamente armados y vestidos, para el batallón de Ciudad-Real: verificaron su marcha acompañados de mil infantes de la Guardia Real, y 80 hermosos coraceros, los cuales regresaron a Albarracín para operar a las órdenes del general Rotten, que muy luego reunirá según parece de 9 a 10 mil hombres…[14]


Ramón Cabrera y Griñó

VALENCIA 22 de abril [1836]
SALIDA DE TROPAS.= REFUERZOS LLEGADOS A REQUENA.= LLEGADA DE ROTTEN A SU DESTINO.
Ayer [1836 abril 21] a las ocho y media salió de esta capital una columna de la Guardia Nacional de infantería y algunos caballos de la misma, con dirección a Murviedro [Sagunto], al mando de nuestro valiente general Palarea [Juan Palarea y Blanes]. Pasaron también en la misma dirección 100 caballos de la Guardia nacional de Alcira y dicen les siguen más de la Ribera del Júcar. Se ignora el objeto de la salida pero en atención a haberse agitado segunda vez los pueblos de Chelva, Liria y demás inmediatos, con motivo del pedido de raciones hecho por el infame Cabrera, aunque distante de ellos; y haber según parece, llegado fuerzas a diversos puntos de este reino, se cree tenga este movimiento relación con planes de persecución, que debemos suponer tengan resultado feliz, pues los dirige el guerrero que sabe tan bien mandar como pelear.
Ha llegado ya a la villa de Requena un regimiento de la Guardia Real de infantería, y 130 lanceros de la misma Guardia que vienen a operar en esta provincia, los cuales unidos a 300 provinciales que parece han entrado en la villa de Liria, debemos esperar que muy en breve desaparezcan de  este suelo los enemigos del trono de Isabel II, que tantos males están causando a sus pacíficos habitantes.[15]

El 24 de abril de 1836, las fuerzas carlistas a cargo de los cabecillas Cayetano, Agradet y otros, tienen un enfrentamiento con las tropas isabelinas que manda D. Narciso López de Urriola, comandante general de Cuenca, en el paraje denominado Bercolón, término de Tuéjar (entre Talayuelas, Titaguas y Tuéjar).
Un día después, el 25 de abril, entran en Ademuz fuerzas carlistas de Cabrera en número de 3.000 hombres. Las facciones se retiran (según testimonio de Cabrera a Mora de Rubielos)
Hasta finales de mayo, estas facciones siguen merodeando por los alrededores de Teruel, incluido el Rincón de Ademuz.

CRONICA - NOTICIAS NACIONALES
Cuenca 26 de abril. PARTE RECIBIDO DE LA COMANDANCIA.
E1 señor brigadier comandante general de esta provincia [Narciso López de Urriola] dice desde Aliaguilla con fecha 24 [1836 abril] del corriente, a las doce de la noche, que sabedor que la facción de Arasdt [Agradet], Cayetano y colegas, en número de unos 260 infantes y 35 caballos, se habían atrevido a pisar esta provincia, ocupando el pueblo de Talayuelas, marchó al instante sobre dicho punto, y aunque ya lo habían desocupado, les siguió la pista con dos compañías del batallón de Extremadura, una del de Cádiz y 20 caballos, y alcanzándoles en el Rento de Ver-Colon [Bercolón] (ya Reino de Valencia) [entre Talayuelas y Tuéjar], los embiste y bate completamente cogiéndoles todos los bagajes en número de 34 y dos cajas de guerra, más de 50 armas de fuego y casi todas las mantas que llevaban; sin haber tenido por nuestra parte más desgracia que un soldado de caballería herido no peligrosamente, un caballo muerto y otro mal parado, al paso que los enemigos dejaron en el campo dos oficiales y 14 soldados muertos.[16]

[1836 abril 24]… Habiendo tenido noticia el comandante general de Cuenca [Narciso López] que Cabrera había pedido al pueblo de Talayuelas y al de Utiel 6.000 raciones de toda especie, y conociendo al mismo tiempo que esto no era más que para meter miedo, sin perder momento alguno se puso en camino, pero al llegar a Talayuelas el 24 supo que a las 8 habían tomado la dirección de Bercolón, y aunque esto era bastante para desistir de perseguirlos por lo escabroso del terreno, no se desanimó, y tomando dos compañías del batallón voluntarios de Extremadura, una del de Cádiz y 20 caballos de la Reina 2º de línea, redobló el paso sobre  los que ellos dejaban marcados. A las 4 los alcanzó en Bercolón, donde descansaban, los atacó y batió completamente matándoles dos oficiales y 14 soldados, quedándose con 34 bagajes, únicos que llevaban, con dos cajas de guerra, más de 50 armas de fuego, la mayor parte escopetas malísimas, algunas lanzas montadas en varas de los palios de las iglesias, y con casi todas sus mantas, sin que por nuestra parte hayamos tenido más desgracia que la de haber recibido el soldado de caballería Antonio Molina cuatro cuchilladas aunque ninguna peligrosa, dos caballos muertos y un herido.
El 25 [1836 abril] entró Cabrera en Ademuz con 3.000 hombres a la una del día, y en la misma noche seguía en su persecución el comandante general de Cuenca [Narciso López] aunque sólo contaba con 1.100 infantes y 100 caballos. Noticiado Cabrera de que dicho comandante general salía en su persecución se ha puesto en fuga con dirección a sus guaridas.[17]


Barranco de Bercolón (wordpress.com)

VALENCIA 29 de abril [1836].= Capitán general de Valencia y Murcia.= Plana mayor.= El señor brigadier don Narciso López, comandante general de la provincia de Cuenca, desde Moya con fecha 26 de los corrientes dice al Excmo. Señor capitán general de estos reinos lo siguiente: “Excmo. Sr.: Antes de ayer [1836 abril 24] tarde alcancé con tres compañías de los cuerpos francos que tengo a mis órdenes y 20 caballos, a la facción de Agradet, Cayetano y colegas en el puerto de Bercolón, jurisdicción de este reino del digno mando de V.E., a la que batí y dispersé completamente, que llevaban, más de 50 armas de fuego, la mayor parte quedándome con todos los bagajes, ganado, escopetas malísimas, y matándoles dos oficiales y 14 soldados; sin que por nuestra parte hayamos tenido más desgracia que la de un soldado herido, dos caballos muertos y otro herido”. Lo que de orden del expresado Excmo. Señor se anuncia al público para su satisfacción.= De orden de S.E.= El capitán de E.M..= Isidoro Navarrete.
VALENCIA 30 de abril.= …Continúa el parte dando noticia de haber salido la facción de Cabrera, Quílez y el Organista de Villel el 27 a las diez de la mañana camino de Ademuz, habiéndose separado el Organista desde Villel con 250 hombres con dirección a Camarena. Refiere las tropelías que ejercita la facción en los alrededores de Teruel, y cómo recogen las armas por medio de bandas bajo pena de la vida: y su religiosidad en aprovecharse de los caños y lengüetería de estaño de los órganos de las iglesias para hacer balas. Concluye pidiendo prontos socorros.[18]
 
Narciso López (tesorosdelayer.com)

El 15 de mayo de 1836, se forma nuevo gobierno en España, presidido por D. Francisco Javier de Istúriz Montero, perteneciente al "ala moderada" del liberalismo. Es un gobierno muy corto. Quiso reformar el Estatuto Real, reforma por lo visto insuficiente para los liberales progresistas, lo que le valió su oposición. Se produjo una revolución social en Madrid, que desembocó en el "Motín de la Granja de San Ildefonso" y la caída de este gobierno el 13 de agosto de ese mismo año.


Francisco Javier de Istúriz Montero (retrato de Antonio Gispert 1872)

El día 23 de mayo de 1836, el pueblo de Ademuz fue incendiado por los carlistas, y el 31 de ese mismo mes, matan al alcalde de Santa Cruz de Moya. Las siguientes publicaciones lo confirman.


SANTO DOMINGO DE ROYO [DE MOYA] 1º de junio [1836].
En la jornada de Vercolon [Bercolón] [el 24 de abril] me distinguieron mis valientes, cuyo mando me envanece y que no están contentos sino dando cuchilladas; pero se trabaja mucho y nada conseguimos: el enemigo evade las ocasiones de batirse, por ventajosa que se le presenten; y como Aragón y Valencia no nos ayudan, los facciosos se ríen y pasean. En la tarde del 23 [1836 mayo] incendiaron a Ademuz y en el amanecer de ayer asesinaron al alcalde de Santa Cruz de Roya [de Moya] y cortaron el puente para hacer infructuosa nuestra persecución. El general hace cuatro días que marchó con una pequeña escolta a Utiel y Requena. Ha llegado hace 10 o 12 días una compañía del regimiento de Castilla en relevo de la mía, para que me incorpore al cuerpo, que ha marchado a Zaragoza; pero el general me tiene desde entonces detenido, no sé hasta cuándo. Tengo la satisfacción de que él y toda la provincia sienten mi marcha [no indica el periódico quien escribió esto, pero sin duda algún jefe del ejército gubernamental, quizás Narciso López ???] .[19]

VALENCIA 28 de mayo [1836].
Deseosos los Nacionales de los pueblos de nuestra ribera de compartir sus trabajos con los de esta capital se brindaron a salir en persecución de los facciosos; y habiendo aceptado nuestro capitán general tan generoso ofrecimiento, se han movilizado algunos batallones que operan ya contra los rebeldes.
Se asegura que los facciosos, han entregado a las llamas al pueblo de Ademuz [1836 mayo 23] por haberles negado su entrada.[20]

De Valencia escriben fecha 28 del corriente [1836 mayo], que se había corrido la voz por aquella ciudad de que los facciosos habían entregado a las llamas al pueblo de Ademuz [1836 mayo 23], por haberles negado su entrada.[21]


VALENCIA 24 de mayo.
[1836 mayo 24] Las facciones de Cabrera [Ramón Cabrera y Griñó], Quilez y el Organista se han reunido en Manzanera, con el intento de bajar a Liria. Serrador permanece en Cantavieja y el fraile de la Esperanza [Miguel Sancho] en Chelva y sus inmediaciones. Nuestras columnas, al mando de Parra, López y Rotten siguen combinando sus planes para atacarles, lo que probablemente se efectuará luego que restablecido de su enfermedad nuestro capitán general Palarea [Juan Palarea y Blanes] pueda salir a campaña.[22]

VALENCIA 29 de mayo =Movimientos de la facción=
La de Quílez [Joaquín Quílez] camina hacia el río Cella [río Jiloca] con dirección a Albarracín. El Serrador ha pasado a la Puebla de Arenoso desde Rubielos [de Mora], y el Organista [Vicente Herrero (a) el "Organista de Teruel")] con 200 hombres se dirige a Mora [de Rubielos].
El Excmo. Sr. capitán general interino de este ejército y reinos D. Juan Palarea pernoctó en Barracas la noche del 27 [1836 mayo] huyendo delante de él la facción de Quílez que se hallaba en Villel y Gea de Albarracín. Tenemos fundamento para prometernos otro día de gloria para la patria si los cobardes asesinos aguardasen en sus posiciones por más ventajosas e inaccesibles que fuesen. Tal vez el valiente general Palarea los obligue a batirse; pero de todos modos, sea por este medio, sea arrojándolos para siempre a las asperezas incultas y desiertas de la montaña, donde perezcan por falta de recursos, confiamos quede definitivamente asegurada la tranquilidad de esta hermosa provincia. (“Diario Mercantil de Valencia”).[23]

Las dos publicaciones que siguen hablan de un enfrentamiento entre las fuerzas carlistas de Serrador [José Miralles Marín] y las tropas gubernamentales en Ademuz, y que, por falta de municiones se retiran (prácticamente "en tablas").
Me inclino a pensar que es entonces cuando los carlistas incendian el pueblo de Ademuz [mayo 23], y estas noticias hablan de finales de mayo.
No lo puedo verificar, de momento, pero es muy factible, pues pocos días después (sobre el 27 de mayo), tenemos ubicado a Serrador en Rubielos de Mora.


José Miralles Marín "Serrador" (mayores.uji.es)

[1836 mayo, finales]… Además en mayo [El Serrador] pasó a la provincia de Cuenca, combatiendo en Ademuz, a una fuerza enemiga, aunque tuvo que retirarse al agotar las municiones.[24]


Dice Alfredo Sánchez Garzón, citando a Madoz:
En mayo siguiente [1836 mayo, finales] el Serrador tuvo en ella [Ademuz] un encuentro con tropas nacionales, y falto de municiones abandonó el campo sin resultado de importancia para ninguna de ambas fuerzas”.[25]

CUENCA 7 de junio [1836].= El brigadier D. Narciso López, comandante general de la provincia, llegó el 4 a esta capital desde la línea de Moya: y sale hoy a situarse de nuevo en ella. Su vigilancia no puede perder de vista a las facciones del bajo Aragón, más numerosas y audaces en la actualidad que nunca, y muy deseosas de hallar un flanco por donde introducirse a saquear nuestros pueblos. Sólo el miedo cerval que han cobrado a la lanza de este bizarrísimo jefe las ha contenido hasta el día; pues por lo demás es sabido el escaso número de soldados que tiene a su disposición para contrarrestarlas. Con sus cortas fuerzas, que no llegan a mil quinientos hombres, ha perseguido desde su línea a más de cinco mil hasta las mismas puertas de Teruel, deseoso de vengar el incendio del liberal pueblo de Ademuz [de 23 mayo 1836]; y es más que probable que si el gobernador de dicha ciudad les hubiera hecho una diversión de dos horas nada más, habrían vuelto muy escarmentados a sus guaridas.[26]


A partir de estas fechas (verano de 1836), como iremos viendo más adelante, comienza a tomar más importancia y protagonismo en estas guerras, el pueblo de Chelva.


NOTICIAS DE ESPAÑA.
VALENCIA 11 de junio [1836].= Llenos de orgullo y altanería los facciosos de esta provincia y bajo Aragón por haber sorprendido a una corta columna de las tropas de la Reina que iba a reforzar al general Rotten, han vuelto a su antigua manía de querer invadir los pueblos de nuestra ribera para saquearlos y proveerse de los recursos que les faltan. Para poner en planta esta necia intentona han bajado estos últimos días al pueblo de Chelva, y expedido desde allí proclamas y circulares llenas de mentiras y sandeces. No sabemos si se atreverán a pasar adelante; pero la bastante bien entendida combinación de sus operaciones nos hace creer que cuando no vuelvan a inquietarnos acercándose a los pueblos de Liria, Chiva, Pedralva y Cheste; al menos no dejarán de amenazar otros puntos interesantes para aprovecharse del menor descuido de nuestras tropas. Nuestro capitán general está otra vez en campaña al frente de sus valientes. ¡Ojalá escarmiente de una vez a los rebeldes que se atreven a insultar con su presencia esta hermosa provincia! Aquí se asegura han salido de esa Corte algunas tropas para esta provincia y bajo Aragón: desearíamos, si esto es verdad, llegasen cuanto antes, pues no hay duda de que se necesitan para exterminar a los vándalos que saquean nuestros pueblos.[27]

NOTICIAS NACIONALES
Madrid a 24 de Junio
El día 10 [1836 junio] del corriente se hallaban reunidas en Chelva las facciones de Cabrera, Forcadell, Organista de Teruel, fraile de la Esperanza, y Cayetano el de Chelva: el once por la tarde salieron de dicho Chelva para los lugares de Chulilla y Sote [Sot de Chera]; y al ponerse el sol tomaron la dirección al Pico del Tejo (montaña) [Requena], dos horas de esta villa, donde hicieron alto sobre las doce de la noche en parte que llamamos la Vallesa [Siete Aguas]….
…Nuestro comandante del cantón D. José Albornoz, que no conoce el miedo, ni la pereza, después de haber volado al peligro, y dado en la plaza las disposiciones convenientes, avisó inmediatamente al valiente, decidido y nunca bien ponderado nuestro comandante general el brigadier D. Narciso López, que se hallaba en la villa de Utiel observando los movimientos del enemigo: puso al instante su columna en marcha, y se nos presentó a manera de encanto, con cuya presencia se avivó más y más nuestro entusiasmo; y no he visto cuadro más agradable que el tránsito de este caudillo por las calles de Requena, rodeado de hombres, mujeres y niños, que todos con sus vivas le manifestaban su agradecimiento, por ser el libertador de la provincia, y en particular de esta comprometida población, que le adora….
…Volvamos a los forajidos. Después que mandaron hacer alto en el referido punto de la Vallesa, hicieron subir 30 caballos con 50 hombres de infantería a la cumbre del Pico del Tejo, y observaron éstos que en Requena se tocaban cajas y cornetas con los toques de generala, llamada y tropa. Enterado Cabrera de este incidente varió la dirección y tomó el camino de Buñol, a donde llegó á las tres de la mañana, sorprendiendo aquel desgraciado vecindario, y cometiendo en él los estragos más enormes, que los hombres más crueles y desmoralizados pudieran inventar. Saqueó, cometió excesos con las mujeres, asesinó impunemente, y puso fuego do quiera que su antojo le dirigía. En fin estos horrores sólo tienen comparación con los que cometieron los bárbaros del Norte cuando invadieron la Europa…[28]

De Requena (Cuenca) [Requena pasa a ser de Valencia en 1851] con fecha del 14 [1836 junio] nos dicen: “Este pueblo se puso en alarma a consecuencia de un parte que se recibió el viernes [junio 10] por la noche anunciando la proximidad de los facciosos, a los que hacían subir hasta el número de 600, y después se ha sabido que sólo eran unos 300 miserables, mandados por los cabecillas Cabrera y Forcadell.
El sábado [junio 11] al amanecer llegaron a Siete Aguas, y en el mismo día pasaron a Buñol, Turís y pueblos de aquella Hoya, adonde han cometido las más atroces violaciones, robos y asesinatos. El domingo [junio 12] por la mañana regresaron a Siete Aguas con unas quinientas mulas cargadas con el fruto de sus rapiñas, y a las once emprendieron su retirada por la espalda de las montañas de Pico el Tejo hacia sus guaridas del Río Blanco [Turia o Guadalaviar].
En ésta ha reinado un entusiasmo y orden admirable, todos los puntos estaban bien cubiertos y las cuatro piezas de artillería estaban bien colocadas, de suerte que nos hemos quedado con el disgusto de que no se haya aproximado la horda de sanguinarios caribes a recibir su castigo.
Nuestro valiente comandante general [Narciso López] llegó a ésta el sábado 11 al mediodía, con su columna compuesta de 1.300 infantes y l20 caballos; estaba dispuesto a salir a batir a la facción aguardando para verificarlo el menor aviso del general Palarea [Juan Palarea y Blanes], pero no habiendo recibido parte alguno, no quiso comprometer sus cortas fuerzas.
El domingo [12] a las 6 de la tarde pasó a Utiel con su columna y esta mañana ha salido con dirección a Sinarcas. ¡Lástima es que no tenga a sus órdenes la fuerza necesaria para seguir y exterminar a estas facciones que con sus crueldades son el azote de los pueblos y el oprobio de la humanidad!”.[29]

De Valencia con fecha del 14 [1836 junio] nos dicen lo siguiente: “Volvemos a estar sin correo de Madrid. A las diez de la noche todavía no sabemos nada. Es innumerable el gentío que ha entrado estos días en la capital, trayendo consigo lo que han podido salvar de la rapiña de los nuevos vándalos, que por medio de sus rápidas excursiones han llenado de consternación el país.
En la madrugada del 11 [junio] la facción de Quílez, Fraile Esperanza y Forcadell, según dicen, en número de 3 a 4.000 hombres, han sorprendió la villa de Turís, distante cinco leguas de esta capital…”[30]

UTIEL 13 de junio [1836].= A las nueve de la noche de ayer [junio 12] llegamos a esta villa, donde parece que descansaremos hoy. Toda la fuerza de la provincia está reunida, pues la facción anda cerca, sin que sepamos el punto en que se halla. La columna se compone del batallón nuestro voluntarios de Cádiz y Extremadura, 70 coraceros y 40 lanceros; total 1.200 hombres. El general López [Narciso López de Urriola] marcha con nosotros.
Con la fuerza que el gobierno ha destinado a Aragón deben concluirse pronto las facciones, si los jefes son arrojados e inteligentes.
En estas tierras escasea mucho el dinero, y también las esperanzas de tenerlo. La primera paga que se nos dé será la del mes pasado; es decir, que hace dos meses que tomamos la última: esto nosotros, que según se asegura somos los que estamos mejor. Bien pudiera el gobierno fijar su atención sobre un punto de tanta importancia.[31]

El 20 de junio de 1836 hay otro combate en Ademuz. Manda la columna isabelina D. Joaquín de Ezpeleta. Sólo tengo noticias de este enfrentamiento por el libro que refiero en nota al final: "Historia del Tradicionalismo Español". No puedo aportar nada más, pues nada más he encontrado excepto en esa publicación.

[1836 junio 20]… El 24 hubo un encuentro en Adzaneta (Castellón), y unos días antes, 20 [junio], la columna cristina que mandaba don Joaquín de Ezpeleta, había tenido un combate en Ademuz.[32]



Joaquín Ezpeleta Enrile

NOTICIAS DE ESPAÑA.
VALENCIA 16 de julio [1836]
- La facción del fraile Esperanza entró anteayer [julio 14] en Utiel.
- El citado brigadier marqués de Villacampo [Luis de Salamanca y Martínez de Pisón], con fecha 16 desde Alpuente dice casi lo mismo, añadiendo dejaba aquel país sin facciosos, pues los que persiguió él, marcharon por Santa Cruz de Moya, añadiendo que el día anterior [julio 15] al ponerse el sol se oyeron descargas entre Moya y Landete. Nada se sabía del señor general en jefe.
- Posteriormente y con referencia a parte del comandante militar de Requena se sabe que la facción estaba atacando la guarnición de Landete.[33]

La siguiente noticia, es un relato del sitio sufrido en la iglesia y torre de Landete a mediados de julio de 1836 por parte del batallón de Extremadura, cercado por fuerzas carlistas al mando del “Fraile de la Esperanza” (Miguel Sancho). Por más que he buscado, no encuentro noticias acerca de este importante asedio, sino las que reproduzco de la prensa de aquella época.



Landete. Iglesia y torre (escapadarural.com)

HEROICA DEFENSA
De 160 voluntarios del batallón ligero de Extremadura, sitiados en Landete desde el 15 al 16 [1836 julio] por la facción del titulado Fraile de la Esperanza.
En el número último de este boletín suspendimos hablar de la aparición de los rebeldes en Landete, porque las noticias recibidas hasta el 17 no nos parecieron suficientemente circunstanciadas para poder informar al público de su fuerza, rumbo que tomaban, o pueblos que intentaban saquear, que es el único objeto de sus correrías. Estos detalles han llegado por los conductos militar y civil, y aunque nos sea sensible presentar el lastimoso cuadro de devastación que ofrece en el día el desgraciado pueblo de Landete, invadido por los feroces secuaces del oscurantismo, insertamos aquí el parte que el comandante del primer batallón de voluntarios de Extremadura D. Félix de Herrera ha dado desde Moya al señor comandante general interino de esta provincia, refiriéndose al relato que le hizo a su regreso a aquella villa el bizarrísimo capitán del mismo cuerpo D. Diego María de Silva, que mandaba los leales defensores de la patria y que han sufrido el sitio en la iglesia y torre del referido pueblo de Landete, sitio horroroso, cuya pintura irrita más bien que enternece a las almas libres, al considerar las perfidias y diabólicas astucias que para triunfar de un puñado de valientes emplearon, aunque en vano, los viles sectarios de la opresión. El parte a que aludimos, y que coincide exactamente con el que ha pasado al señor gobernador civil el ayuntamiento espectador de estos horrores, dice así:
“Que no habiendo recibido mi oficio (el capitán Silva) por el que le prevenía se pusiese sobre las armas hasta esperar la llegada del capitán D. José Juy con su tropa, se vio casi sorprendido, teniendo a los rebeldes inmediatos al pueblo por el camino de Santa Cruz en número de 200, según el primer aviso que a las nueve y media de la mañana le dio un molinero: inmediatamente hizo tocar llamada y destacó al subteniente D. Antonio Cascaron con 20 hombres en las casas de San Miguel que dominan aquella avenida; al subteniente D. Francisco de Silva, hijo del D. Diego con otros 20 en la plaza, y él con el subteniente de tiradores D. Francisco Muga y resto de la fuerza se situó en los parajes que están a retaguardia de la iglesia, con el objeto de reconcentrar allí sus fuerzas y emprender la retirada por Moya en caso de que fuesen muy superiores las del enemigo y no pudiesen contrarrestarlas. Al mismo tiempo dispuso que el ayudante D. Francisco Alvarez que manda la caballería del regimiento de Castilla 1º de ligeros saliese con los 13 caballos únicos que le quedaban a practicar un reconocimiento, quien volvió a pocos momentos diciendo que a la cabeza de los facciosos por aquella parte venían 70 a 80 caballos, a los que no podía resistir, y que en todas direcciones se veían superiores fuerzas, estando ya tomado el camino de Moya, siendo por consecuencia impracticable la retirada para este punto: entonces resolvió encerrarse en la iglesia tomando posición en unos vallados inmediatos a ella para esperar la incorporación de las guerrillas que mandó retirar, previniéndole al referido ayudante de caballería se pusiese en salvo si podía hacia Fuente del Espino por considerarlo inútil y embarazoso con los caballos en la iglesia. En efecto la caballería logró su designio, y el capitán se sostuvo en el parapeto hasta que se replegaron las guerrillas; se refugiaron en la iglesia las señoras y familias de los oficiales, sus caballos y equipajes, y se introdujeron algunos cántaros de agua: verificado esto se encerró, y desde entonces empezó el ataque más obstinado por parte del enemigo: el capitán Silva hizo ocupar la torre haciendo desde ella fuego a los que se dejaban ver, y aspilleró la puerta de la iglesia para defenderla de un incendio; pero el enemigo entorpeció este medio acercando un carro lleno de colchones con lo que paralizó las aspilleras, y estando al propio tiempo a cubierto de los tiros de la torre intentó minar por un costado de la puerta para introducirse en la iglesia, lo que no pudo conseguir: sin embargo el capitán Silva que advertía estos trabajos, y por si acaso incendiaban la puerta hizo levantar con las bayonetas parte del pavimento de la iglesia y formó un parapeto detrás de aquélla. Viendo el enemigo burlados los esfuerzos por esta parte, intentó y consiguió abrir un agujero por el otro costado que da a la sacristía, y aglomerando en él combustibles, logró prendiese el fuego en los cajones que había en aquélla: en vano el bizarro sargento 2º de la compañía de carabineros Domingo Morey y varios soldados intentaron separar el fuego con varas muy largas; en el momento cayó el sargento en tierra partida la canilla de un muslo por una descarga que les hicieron desde fuera, habiendo quedado heridos al propio tiempo un cabo y varios soldados: el fuego se propagó en toda la sacristía que estaba llena de soldados los cuales se salvaron atropellando unos las llamas hacia la iglesia y arrancando otros una reja salieron a la calle cayendo en poder del enemigo. Comunicándose el fuego al altar mayor se corrió por todos los demás, y la iglesia se convirtió en un volcán, que rompiendo por la capilla mayor arrojaba las llamas hasta las nubes: la tropa que por su fuerza de ciento sesenta hombres no cabían en la torre y su escalera, se vieron obligados a romper el cuarto del reloj y pasar a ocupar la cima de la bóveda; pero el humo los iba a sofocar y se salvaron de este riesgo rompiendo el tejado: aún no fue bastante este recurso; la bóveda llegó a caldearse a punto de no poder sufrir su ardor en los pies, y se vieron obligados a apoyarse sobre las vigas y maderos en que descansaba el tejado, los que también principiaron a arder, y cuyo fuego consiguieron apagar con los escombros. En este estado, vimos las llamas hasta las doce de la noche en que sin duda se apuraron los combustibles que contenía la iglesia, cesando al propio tiempo el fuego de los combatientes. Viendo por último los rebeldes que nada conseguían por la fuerza emplearon la perfidia, gritándoles a nuestros soldados y diciéndoles, arrojad por la torre a ese capitán que os engaña y quedaréis indultados; a lo que contestaban estos soldados tan valientes como fieles, no lo esperéis; primero pereceremos todos abrasados, repitiendo, viva la libertad, Viva ISABEL II.... Así continuaron en calma el resto de la noche unos y otros, sin que los rebeldes pudiesen entrar en la iglesia ni bajar a ella los nuestros, hasta que por la mañana se renovó el fuego de fusil que duró hasta las nueve de la misma que emprendió su retirada la facción. Luego que los sitiados la vieron á distancia, principiaron a descolgarse por la escalera que habían cortado y se dirigieron para este punto, habiendo yo mandado salir a su encuentro inmediatamente dos compañías, y los pocos caballos que aquí hay para protegerles en caso de haber dejado el enemigo alguna emboscada.
No es posible expresar lo que han sufrido y padecido estos beneméritos soldados en el corto tiempo de veinte y cuatro horas: sólo pueden formar una idea de ello, los que como yo los vieron subir a este punto mezclados con las compañías que bajaron a recibirlos a quienes todos los espectadores distinguían bien, pues más parecían espectros que hombres: veinte y cuatro horas sin comer ni beber (pues la poca agua que entraron se evaporó cociendo en los cántaros) no es nada para lo que su espíritu debió sufrir viéndose cercados del fuego en el que se decidieron a perecer antes que entregarse: hasta el aire les fue contrario, pues el denso humo que despedían las llamas se corría como una nube sobre toda la iglesia y la torre, respirando con dificultad: su valor y decisión ha sido igual al de los memorables de Ceniceros; pero sus riesgos y padecimientos han sido superiores: aquéllos pudieron acogerse todos a la torre; éstos estuvieron el mayor número sobre un volcán: así que, habiendo sido general el conflicto, iguales en los esfuerzos estos bravos, no me es permitido recomendar a ninguno en particular; todos han contribuido a una de aquellas acciones distinguidas marcadas por la ordenanza, y a todos los considero dignos de la munificencia de S. M.: rogando á V. S. tenga la bondad de trasmitir estos hechos al Excmo. Sr. capitán general para que se digne elevarlos al trono que tan heroicamente han defendido aquéllos.
Acompaño a V.S. lista de los señores oficiales que sufrieron el sitio, los cuales han perdido en la iglesia sus equipajes y caballos, de lo que, ni aún vestigios aparece: también incluyo lista de los muertos y heridos, a los que no se les puede negar un doble mérito por la sangre que han derramado.
La pérdida del enemigo según las noticias de los oficiales y paisanos asciende a 30 muertos y un número considerable de heridos, pues que economizando nuestra tropa las municiones, sólo disparaban a tiro hecho: la fuerza total del enemigo consistía en 1.000 infantes y 150 caballos.
De las demás comunicaciones que tenemos a la vista resulta que esta facción, denominada la del
Fraile Esperanza, su primer corifeo, ha sido reforzada con cuatro compañías escogidas de catalanes que le ha mandado Cabrera, quien puso a su frente a Carnés [Eudaldo Carné], uno de sus dignos segundos; hombre audaz, cruel, y que en nada le cede en lo sanguinario. El mismo, que ha salido cargado con los despojos del saqueo de Landete, quedando esta asolada villa reducida a la última desgracia. Exigió 4.000 reales al ayuntamiento; todas las existencias de los fondos públicos; robó apenas penetró en él, los vasos Sagrados del templo, que ha reducido a pavesas y era el más bello ornato del país, complaciéndose con feroz alegría en ver arder las sacras efigies y hasta las formas consagradas que derramaron por el altar mayor sus sacrílegos satélites al extraer del tabernáculo el copón, que con los ornatos de más valor se han llevado; obligando a los aterrados vecinos a que descolgasen casi entre las llamas las coronas de las imágenes, y en seguida les hizo conducir a toda prisa las mieses propias que tenían segadas, y que eran toda su esperanza y fortuna, para con ellas acelerar el incendio, que según la intención de los perversos, debía consumir o hacer rendir a los invictos defensores de nuestra adorada REINA y de la libertad. ¡La pluma escapa de las manos al describir semejantes atrocidades…¡ ¡Y he aquí los asesinos que se titulan defensores de la religión! ¡Estos son los instrumentos y ciegos servidores de ese fanático rey de las montañas!!!
No hubieran consumado impunemente estos horrorosos atentados, si el impávido comandante general de esta provincia D. Narciso López hubiese tenido al menos 800 soldados disponibles; pero la defensa de ella está en la actualidad reducida a sólo los voluntarios de Extremadura y de Cádiz, que no ascienden á 500 combatientes; fuerza insignificante, si se atiende a la extensa línea que deben cubrir, y a que es absolutamente indispensable guarnecer el interesante punto de Moya, mantener fuerza en Utiel por muchas razones, y no abandonar enteramente esta capital. Así es que los rebeldes han aprovechado la ausencia del caudillo y activo defensor de esta provincia, ante el que siempre huyeron y el que ahora se halla sin salud y sin tropa en esta ciudad, desde la que ha hecho e insistido en su dimisión. Ellos, en fin, han salido de Landete, si no triunfantes de los leales de Extremadura, que se han mostrado superiores a todo género de martirio, cargados al menos tranquilamente con el fruto de sus rapiñas, llevándose muchas reses vacunas; y ¡ojalá que atraídos por los recursos inmensos que hallarían en el país, no repitan sus incursiones!. Porque entonces no adivinamos quien podrá oponérseles por su parte”.[34]


Moya. Panorámica desde el castillo (foto propia)

Tras el asedio de Landete, las fuerzas carlistas a cargo del coronel Eudaldo Carné (antes mandadas por el Fraile de la Esperanza) y de Agradet, se retiran y entran en Utiel entre el 16 y el 18 de julio de 1836, desde donde parten posteriormente, probablemente hacia Chelva.

[1836 julio, mediados] Por un extraordinario llegado esta mañana de Valencia se han recibido cartas de aquella capital que alcanzan hasta el 18. A continuación extractamos el contenido de una que tenemos a la vista.
“Aprovecho la salida del extraordinario para decirte que estamos en una continua alarma. Anoche supimos que Grases [José Grases y Seguí] había alcanzado al Serrador [José Miralles] y esta mañana hemos recibido el parte que te acompaño, pero esta buena noticia ha llegado al mismo tiempo que la de la entrada de la facción de Carné [Eudaldo Carné], antes del fraile Esperanza, y Agraset [Agradet], en Utiel. Esta mala nueva tiene para mí el peor aspecto, porque desde Utiel a Cofrentes hay una media jornada, y por Cofrentes se nos echan sobre la orilla izquierda del Júcar y nos roban en 48 horas, los mejores pueblos de esta fértil provincia. Sólo me queda una esperanza, y es la de que esta canalla, aunque calcula perfectamente el tiempo, teme, único motivo de salvarse el país, porque la brigada Villacampo, que es la que puede cubrir el territorio, debió llegar anoche a Segorbe. Hoy a las doce se le ha avisado este movimiento y por pronto pronto que contramarche y baje sobre Buñol se pasarán 48 horas. Los facciosos llevando sólo de ventaja 24, y menos si quieres, no hay piernas para darles alcance en marchas como ésta, que ha de caerse perpendicularmente sobre el punto amenazado. El señor Montes [Felipe Montes] al romper su movimiento desde Moya, no hizo atención a que dejaba a sus espaldas más de 1.000 ladrones, y ahora pagamos este desprecio. Si el gobierno no deja a disposición da este general al menos 1.000 hombres y 100 caballos de buena tropa, vamos a pasar unos días de amargara cual puedes pensar”.[35]

ALBACETE 20 julio [1836].= Tenemos a los facciosos del Fraile Esperanza [ahora mandados por "Carné"] en Utiel, doce leguas de aquí, y son 1.400 infantes y 250 caballos. En el Bonillo han entrado 80 facciosos y han cometido los horrores de costumbre, habiendo fusilado al comandante de los nacionales. No hay un soldado en estas tierras, y puedes discurrir como estaremos. Dios nos ayude.[36]


(Del “Diario Mercantil de Valencia”).- MOVIMIENTOS DE LA FACCIÓN. [1836 julio 20]
La facción de Carné [Eudaldo Carné] se hallaba el 20 en Chulilla, donde se lidiaron por las calles varios toros amarrados con sogas, de los que robaron en Landete.
Según aviso recibido, el día 20 entró la facción en la villa de Utiel.[37]

(Del “Diario Mercantil de Valencia”).- MOVIMIENTOS DE LA FACCIÓN. [1836 agosto 2]
El Excmo. Sr. D. Felipe Montes, general en jefe del ejército del centro, con fecha 2 desde Manzanera dice en extracto; que tan luego como llegó a Teruel la artillería emprendió los movimientos contra Quílez: llegado a Vivel [seguramente Villel ???] supo la entrada y salida de la facción en Utiel; ignorando la verdadera dirección, y calculando sería por Chelva o sus inmediaciones, se puso el 1º [agosto 1] del corriente en marcha para Sarrión, y después de andar nueve leguas, llegó al indicado pueblo a la misma hora que Quílez a Manzanera, distante tres horas. Dado un descanso de sólo cuatro horas a la tropa para descansar y racionarla, se dirigió a atacar dicho pueblo del que a las doce de la noche había salido Quílez para Albentosa y Rubielos [de Mora] en fuerza de los buenos avisos que tiene. Asegurase que lleva considerable número de heridos de la acción de Albaida.[38]

NOTICIAS DE VALENCIA [1836 agosto 2]
De los últimos diarios de aquella capital copiamos los siguientes:
Del día 4 El Sr. Gobernador militar de Segorbe con fecha del 2 del corriente a las nueve y media de la noche dice entre otras cosas lo siguiente:
Casi todos los partes que he recibido hoy están contestes en que anoche a las doce [agosto 1] cruzó Quílez y el fraile Esperanza por Albentosa con dirección a Rubielos [de Mora], y que una división de tropas de la Reina de 4.000 infantes y 300 caballos iba en su persecución y a una distancia de unas dos horas.
El Organista [Vicente Herrero (a) "Organista de Teruel"] ha abandonado la facción que mandaba, y los individuos que componían ésta, están conformes en asesinarlo donde quieran que  lo encuentren.
Por un paisano que ha llegado a esta ciudad y salió de Albentosa hoy a las ocho de la mañana se ha dicho que a las doce de la noche de ayer pasó Quílez precipitadamente por dicho pueblo [agosto 1], habiendo sabido venían huyendo en dispersión por haber sido batido en Ademuz, con pérdida de más de 400 hombres muertos, habiendo dejado en poder de nuestras tropas todo su gran botín, así como los caballos que llevaban de mano. Esta noticia la repiten algunos segadores procedentes de citado Albentosa y otros puntos, pero a esta hora nada sé oficialmente respecto a ello.[39]

Por la anterior noticia, conocemos que el jefe carlista Joaquín Quílez, sostuvo un enfrentamiento con las fuerzas isabelinas en Ademuz, a finales del mes de julio de 1836. De momento, nada más he podido verificar, aparte de lo que desprende de la publicación, pero deduzco que el enfrentamiento sucedió, tras la retirada de las tropas carlistas de Utiel hacia Chelva vía Rincón de Ademuz, pues con Quílez iba también el Fraile de la Esperanza, protagonista del asedio a Landete y posterior entrada en Utiel, y cuya facción se habría separado seguramente de la de Carné (pues, por noticias, este último estaba el 20 de julio en Chulilla (Valencia).


Joaquín Quílez

(Del “Diario Mercantil de Valencia”).- MOVIMIENTOS DE LA FACCION. [1836 agosto 5]
El coronel Buil [Antonio Buil y Raso] con fecha del 5 desde Liria dice: “según noticias, la facción de Carné [Eudaldo Carné], compuesta de unos 100 infantes, la mayor parte enfermos y desesperados, se hallaba en Chelva: los restantes hasta el número de 300 en estado muy deplorable en Higueruelas, y por aviso confidencial resulta la aprehensión que habían hecho tres facciosos en la villa de Buñol, de la correspondencia de Madrid, con inclusión de los caballos que la conducían, y los de la casa de postas del citado Buñol, llevándose también al hijo del maestro de postas de Siete Aguas”.
Noticias posteriores confirman la aprehensión del correo, y que seguían con la maleta hasta más allá de Chiva, desde donde se pudo escapar el hijo del maestro de postas de Siete Aguas, y según parece se dirigen con la presa hacia Chelva. El número de los que escoltaban esta aprehensión era al todo de 6 facciosos. El coronel D. Antonio Buil, comandante de la columna de operaciones del río Turia, con fecha 6 del corriente dice lo que sigue: “En el distrito de esta comandancia militar no ocurre más novedad en este día, según los partes recibidos, que la de existir en Chelva la gavilla de facciosos ladrones mandados por Francisco Fuertes, compuesta, según las mismas noticias, de unos 300 inútiles infantes y 40 iguales caballos, habiendo pedido algún número de toda especie de raciones a los pueblos para que les fuesen remitidas las mismas al Villar del Arzobispo”.[40]

13 de agosto de 1836. Nuevo gobierno en España que preside D. José María Calatrava Peinado. De carácter liberal progresista, este gobierno gozaría de cierta estabilidad y finalizó el 17 de agosto de 1837. Se hicieron importantes reformas como la ley de libertad de prensa, supresión de la censura, reforma electoral (ampliación del censo con derecho a voto), etc. Pero lo más destacado de este gobierno fue la promulgación de una nueva Constitución (ya en 1837). Con Mendizábal como ministro de Hacienda, continúan las medidas desamortizadoras.



José María Calatrava Peinado

En la primera quincena de septiembre de 1836, empiezan a aparecer en la prensa noticias relacionadas con la Expedición Gómez que, aunque indirectamente, tuvieron repercusión en la zona, y más todavía en la comarca Utiel-Requena.

En cuanto al Rincón de Ademuz, hubo por ejemplo, pedidos de raciones a Torrebaja por parte de la facción de Joaquín Quílez, que con unos 3.000 hombres, venía desde Manzanera, alrededor del día 10 de septiembre).
Durante la 1ª Guerra, fueron varias las expediciones realizadas por los carlistas a lo largo de la península, con el fin de descargar la intensidad de la guerra en algunos puntos (País Vasco y Navarra), extendiendo el conflicto a todo el país. Además de fortalecer su causa, buscar la adhesión ideológica del pueblo, reclutar fuerzas para su ejército.
Esta expedición en concreto, denominada “Expedición Gómez”, fue iniciada por D. Manuel Gómez Damas, y parte de Amurrio (Alava) el 26 de junio de 1836, con unas fuerzas de 2.700 hombres, 180 caballos y 2 cañones. Se dirige a Asturias y Galicia, atraviesa Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, pasa a Andalucía y Extremadura. Vuelve a su punto de partida (País Vasco) casi con las mismas fuerzas, sin haber cumplido sus objetivos, por lo que D. Manuel fue juzgado y encarcelado.
Esta expedición, venía a nuestra zona procedente del Señorío de Molina, y vía Sierra de Albarracín, a Salvacañete (Cuenca), de allí por Alcalá de la Vega, Moya, Landete, Aliaguilla, a Utiel (incluído un ataque a Requena). De Utiel a la provincia de Albacete por Casas Ibáñez. Ya en la provincia de Albacete, hubo uno de los enfrentamientos importantes de esta expedición. Sucedió en Villarrobledo el 20 de septiembre de 1836.


Manuel Gómez Damas (por David Padilla)

Mapa Primera Guerra Carlista, Cuenca (lahistoriademira.blogspot.com.es)

…La expedición del general Miguel Gómez Damas se puso en marcha en junio de 1836, partiendo del norte con unos 3.000 hombres, en dirección a Asturias, Galicia y Palencia, pero, ante la escasa influencia lograda entre la población, cambia de ruta hacia el centro y sur de España.[41]

En septiembre [1836] [Gómez] se interna en el partido de Cañete, hacia el sur de la provincia de Cuenca, luego pasa a Utiel, limítrofe entre las provincias de Cuenca y Valencia, donde se encuentra con las partidas aragonesas y valencianas de Cabrera, Serrador [José Miralles] y Quílez. Sus efectivos se verán notablemente aumentados, con más de mil caballos, once batallones de infantería y el séptimo de Castilla, recientemente creado con voluntarios de la provincia de Cuenca.[42]


MOVIMIENTO DE LAS FACCIONES. [1836 septiembre 4]
La facción de Gómez pernoctó en la noche del 2 al 3 en Peralejos [Peralejos de las Truchas, Guadalajara], en donde dejó algunos enfermos. El 3 marchó la división de Espartero [Baldomero Espartero] para Poveda de la Sierra e hizo tránsito en Peralejos. La facción fue a Orihuela [del Tremedal, Teruel]. Aquí supo que el fuerte de Cantavieja estaba bloqueado, y que entre la facción de Quílez y el punto en que se hallaba había el ejército del centro, circunstancia que sorprendió sobremanera al cabecilla Gómez y mucho más con la noticia de la columna llegada a Molina. El día 4 llegó el brigadier Alaix [Isidro de Alaix Fábregas] a Orihuela, de donde emprendió su marcha de madrugada la facción, tomando el camino de Bronchales y Torres [de Albarracín, Teruel], y de allí a Terriente, donde sin duda pernoctaría. Esta dirección, al parecer, indica, o irse sobre la sierra de Utiel a incorporarse con aquellas faccioncillas, o bien volver hacia Cuenca por Zalvalcañete [Salvacañete, Cuenca]. La facción en su paso deja enfermos, que se van recogiendo, y dando protección a los fugados y justicias de los pueblos del tránsito, que ven pasar la facción como una nube desoladora. Se han presentado al brigadier Alaix un oficial y 12 individuos de la facción.[43]

Isidro de Alaix Fábregas  (Galería Militar Contemporánea)

[1836 septiembre 5] La junta de gobierno de la provincia de Cuenca ha dirigido el siguiente parte al señor secretario de la gobernación. =Excmo. Sr.:= Desde el 31 de agosto último en que se supo en esta ciudad la desgracia ocurrida con la división que salió de esa Corte, en las inmediaciones de Jadraque, no han cesado las autoridades de esta provincia de adoptar medidas para saber la dirección de la facción del cabecilla Gómez, y para precaver el territorio, y señaladamente esta capital, de los ataques y devastación de los rebeldes. La circunstancia de haber caído prisionero en la acción de Matillas [Guadalajara] el valiente don Narciso López, nuestro comandante general, a quien aprecian en sumo grado estos habitantes, y la de ser Gómez y varios de sus subalternos naturales de este país, ponían a la provincia de Cuenca en mayor empeño, y estaba decidida una resistencia tenaz y desesperada en caso de ataque. La marcha de Gómez, desde que pasó el Tajo, ha sido por Arbeteta, Armallones, Zahorejas, Peñalén y Poveda de la Sierra, desde cuyo punto repasó el río, internándose en Aragón por el señorío de Molina, hasta llegar  Horihuela [Orihuela del Tremedal, de Teruel]. Sin duda allí se opusieron a su movimiento las columnas del general San Miguel [Evaristo José Fernández de San Miguel y Valledor], pues contramarchando sobre la derecha llegó el cuatro de este mes a Terriente y Salvacañete ayer 5, sabiéndose que hoy [septiembre 6] marchan por Alcalá de la Vega en dirección de Moya, a incorporarse tal vez con las facciones valencianas de Chelva. La junta de esta provincia y yo como su vicepresidente, no hemos perdonado medio para tener continuos avisos de las marchas y operaciones de la canalla, y de todo resulta que apenas lleva cuatro mil hombres de combate con trescientos malísimos caballos que los prisioneros de Matillas y los mozos que sacan a la fuerza le embarazan bastante, escapándose los que pueden, como ha sucedido con más de ciento en Peralejos, Herrería de los Chorros y en otros pueblos…
Dios guarde a V. E. muchos años. Cuenca 6 de septiembre de 1836. =Excmo. Sr. =E.G.P.I. =Fermín Caballero vicepresidente. =Excmo. Sr. secretario del despacho y de la gobernación del reino.[44]

En septiembre [1836] [Gómez (Expedición Gómez)] se interna en el partido de Cañete, hacia el sur de la provincia de Cuenca, luego pasa a Utiel, limítrofe entre las provincias de Cuenca y Valencia, donde se encuentra con las partidas aragonesas y valencianas de Cabrera, Serrador y Quílez. Sus efectivos se verán notablemente aumentados, con más de mil caballos, once batallones de infantería y el séptimo de Castilla, recientemente creado con voluntarios de la provincia de Cuenca.
REQUENA 6 de septiembre. [1836]
A las 6 de la tarde hemos recibido parte de Moya, de hallarse la facción de Gómez en Landete, a una legua de aquélla.
En ésta estamos preparados para recibirles: lo aviso a V. como amigo para su conocimiento por si somos atacados nos auxilien con lo que sea posible.[45]

NOTICIAS DE ESPAÑA
VILLORA 10 de septiembre.= [1836] …El 8 se presentó en ésta un oficial, o ayudante del estado mayor de la división navarra de Gómez sólo con su asistente, quien se avistó con el ayuntamiento pidiendo mil raciones de pan, igual número de carne y vino y quinientas de cebada, las que tuvo listas a las seis de la tarde: dijo que marchaba la división a Utiel, donde se les unirían Cabrera, Quílez y demás partidas sueltas con objeto de entregarles al general López con los 2.000 prisioneros que traen para estar expeditos y poder maniobrar libremente. Hoy se ha dicho aquí que ayer sacaron 200 carros de Utiel para parapetar el sitio que ponen a Requena, y que podrán a los prisioneros delante para que el fuego de Requena no haga gran mella en los facciosos. ¡Qué horror! No obstante, Requena está bien fortificada, y no es fácil la tomen.[46]

[1836 septiembre 8] Todavía estaban los valencianos celebrando la promulgación de la Constitución del año 12 [Consitución de Cádiz de 1812, conocida como "La Pepa", por promulgarse el día de San José de ese año] cuando Llagostera [Luis Llagostera y Casadevall] se presentó a las puertas de la ciudad en los Hostalets de Puzol y pueblos inmediatos, recogiendo caballos y saqueando cuanto tenían los habitantes.
Grases [José Grases y Seguí] y Warleta [Francisco Warleta] salieron a perseguirle, pero con un pequeño encuentro cerca de Chelva y continuadas marchas en opuestas direcciones, evitó una derrota y causó un descalabro al coronel Buil en Alcublas el 8 de septiembre.
Marchando hacia Ademuz y Moya recibió orden Cabrera de pasar a Rubielos para encargarse de los prisioneros de Jadraque que llevaba consigo el cabecilla Gómez, que cruzaba la sierra de Albarracín por Terriente.[47]

Partes recibidos en el ministerio de la guerra.
[1836 septiembre, 7 a 15] Capitanía general de Castilla la Nueva.= Excmo. señor: el coronel don José Albornoz [José Ruiz de Albornoz], comandante militar de Requena y su cantón, me dice desde la citada villa con fecha 15 del actual, en oficio que acabo de recibir lo que sigue.
Excmo. señor: el día 7 del actual llegó a la inmediata villa de Utiel a la una del día el rebelde Gómez con toda su facción, y ha permanecido hasta hoy al amanecer que ha salido en unión de Cabrera, Quílez y el Serrador con dirección a Casas Ibáñez, distante de ésta ocho leguas. En estos nueve días puede decirse que este pueblo ha estado bloqueado por toda su circunferencia, menos por la parte de saliente y mediodía; teniendo de continuo a mi vista las avanzadas enemigas, cuyas guerrillas se han aproximado algunos días a tiro de fusil de mis puestos y fortificados.
Pero en el 13 se puso ya en marcha toda la facción con la fuerza según noticias más aproximadas, de 6.000 a 7.000 hombres resueltos a atacar a todo trance a esta liberal y decidida población que tengo el honor de mandar, y que cada vez se halla más firme en cumplir sus juramentos de morir antes que sucumbir a los enemigos de nuestra libertad y trono constitucional; y sin otra fuerza para la defensa que esta benemérita guardia nacional y una compañía con el título de provisional, formada de los enfermos y cansados de varios cuerpos del ejército; y dadas mis disposiciones los esperamos tranquilos seguros de la victoria. En efecto, a la una del día se presentó la facción, y dividida en tres columnas emprendió sus ataques, dirigiéndose una de ellas hacia la puerta de Cantarranas, otra a la de Alcalá, y la tercera a la de Valencia; colocando al mismo tiempo en batería los dos pedreros [pequeños cañones de pie], únicas piezas que traía…
… Este pliego se lo devolví original con la respuesta verbal de que Requena no conocía más que a Isabel II constitucional y el código sacrosanto que ha jurado sostener. Los ataques se volvieron a repetir; pero nuestros valientes llenos de entusiasmo le hicieron conocer su loca temeridad, porque por cualquiera parte que dirigía sus masas encontraba artillería e infantería que las hacía retroceder, hasta que llegada la noche, y cubierto no sólo de oscuridad sino también de ignominia, emprendió su retirada y llegó a Utiel, morada y cuartel general de sus iniquidades, por la decidida protección que le dispensa la escandalosa y marcada desafección de aquel vecindario.
No me es posible detallar la pérdida del enemigo, porque, como V.E. sabe, tiene por costumbre retirar sus muertos y heridos; pero si se vio caer a unos y montar a otros en caballerías, sin haber experimentado por la nuestra ni un sólo herido. Estos acontecimientos, Excmo. Sr., me llenan de una dulce satisfacción, por tener la dicha de estar al frente de un pueblo que no piensa más que en combatir contra sus enemigos, pues que no he visto distinción en ambos sexos.
Las mujeres se agarraban a las cureñas [elementos de madera que soportaban las piezas de artillería] cuando la necesidad hacía mudar las piezas de posición en posición; otras deshaciendo esparto, y otras conduciendo agua, vino y aguardiente a los puntos de más peligro, exhortando a sus hijos y maridos a morir antes que retirarse. Todos los habitantes de este pueblo y compañía provisional han excedido en valor y entusiasmo en favor de la justa causa que defendemos, y a todos en general los recomiendo a la alta consideración de V.E. por sí tiene a bien hacerla a la de S.M. para su satisfacción, y muy particularmente a don Marcelino María Herrero, y a don Faustino Penen, primer comandante del 1º y 2º ídem el segundo del batallón de Milicia nacional de esta villa, por la prontitud en comunicar mis órdenes y asistir con la fuerza a los puntos más peligrosos, como igualmente al capitán de granaderos de la misma don Francisco de Vera, juez de primera instancia de este partido.
Lo que trascribo a V.E. para su noticia, y que se sirva elevarlo a conocimiento de S.M.; no pudiendo menos de elogiar el brillante comportamiento del leal vecindario de aquella población [Requena], de su benemérita Milicia nacional y corta guarnición. Dios guarde a V.E. muchos años. Madrid 17 de setiembre de 1836.=Excmo. Sr.= Antonio Seoane [Ministro de la Guerra].=Excmo. Sr. secretario de estado y del despacho de la guerra.[48]

El día 12 de septiembre de 1836, tras haberse trasladado a Utiel en días anteriores los principales jefes de las facciones carlistas de Aragón, se reúnen en esa localidad con el general Gómez Damas. En dicha reunión de decide atacar a Requena. Estos jefes eran al menos, Miguel Sancho (“Fraile de la Esperanza”), José Millán (“Arcipreste de Moya”), José Domingo Arnau, Domingo Forcadell y Michavila, José María de Arévalo, Joaquín Quílez, José Miralles Marín (“Serrador”) y el propio general Ramón Cabrera y Griñó.

Según noticias anteriores y que siguen, Requena es atacada por los carlistas el 13 de septiembre de 1836 (y otra vez sin éxito como en todas estas guerras). La "Expedición Gómez" por la zona. Facciones del mismo Gómez (Manuel Gómez Damas), Joaquín Quílez, José María de Arévalo y el Arcipreste de Moya (José Millán), probablemente junto a las del Fraile de la Esperanza (Miguel Sancho), con un ejército de entre 6 a 7.000 hombres (algunas fuentes los hacen ascender a 12 o 15.000), atacan esa ciudad, que defiende el coronel José Ruiz de Albornoz. Este último tiene, como reconocimiento, una plaza a su nombre en Requena (plaza de Albornoz). Pocos días después de este enfrentamiento, le fue otorgada a la villa de Requena el título de "Muy Noble y Muy Leal Ciudad".


Ataque carlista a Requena, 13-09-1836 (requena.revista local.es)


Escudo Liberal de Requena 1836

OPERACIONES DE LA FACCION DE GOMEZ [1836 septiembre, 8-13]
Villora 17 de septiembre. La división facciosa de Gómez llegó a Utiel hace 9 días [septiembre 7] para que se le uniesen Cabrera, Quílez y Serrador, y poder emprender el sitio a Requena que está a dos leguas; hicieron una salida hacia Chelva, y se volvieron a Utiel al día siguiente [septiembre 9], donde se les unió Quílez y el Serrador, unos dicen que también Cabrera, pero sin su gente; aseguran ascendían a 12.000 hombres, aunque algunos suben hasta 15.000. Sitiaron a Requena [septiembe 13] llevando 400 operarios de Utiel para abrir zanjas y formar parapetos, pero el fuego de los de Requena les impidió acercar, causando, pocas muertes que sepamos en los facciosos, pero sí a uno de los operarios. Gómez conociendo que debía perder mucha gente, y tal vez sin fruto por la decisión de los valientes de Requena, que a lo más serian 3.000 y casi todos Nacionales, levantó el sitio, y antes de ayer salieron todos de Utiel sin quedar un soldado hacia la Venta del Moro con dirección a Albacete, donde pensaban pernoctar anoche para entrar después por la Mancha según decían. Parece ha quedado alguna fuerza en Sinarcas de la facción de Cabrera, la que dicen pasará a Utiel. Se han llevado todos los mozos de los pueblos de 6 a 8 leguas a la redonda. Los de Requena, que tan imponentes han sido al enemigo, son dignos de recompensa por su tesón y firmeza, y por haber costeado su vecindario casi toda la fortificación.
La división del Sr. Alaix [Isidro Alaix Fábregas] salió de Cuenca, hizo alto en la Cañada del Hoyo hace 5 o 6 días, de donde no se ha movido sino a Carboneras que está once o trece leguas de la facción que se hallaba en Utiel, sin que sepamos aún si ha salido del último pueblo; al menos ayer estaban en él positivamente; dicen que ahora adelantará hacia Utiel pasando por ésta donde ha pedido un exorbitante número de raciones (estaría aguardando alguna combinación).[49]

PARTE RECIBIDO EN EL MINISTERIO DE LA GUERRA [1836 septiembre 11]
El gobernador de Alcira con fecha 11 del actual me dice que “el ayudante del batallón G.N. núm. 3º desde Jarafuel en oficio de esta fecha me dice lo que copio: En esta hora que son las dos de la mañana recibo aviso del señor comandante des este batallón desde Cofrentes, a las nueve de la noche, que por ayer seguía la facción de Gómez por Utiel, y que unos 20 caballos se habían presentado a tiro de fusil de Requena, retrocediendo a la primera descarga que se les tiró. También añade que según relación de un arriero, de que no sale garante, Cabrera había llegado a la hoya de Buñol”.
El alcalde de Buñol con fecha de ayer me dice: “En este momento que son las cinco y media de la tarde acabo de saber por medio de mis confidentes que la facción ha salido a las ocho poco más o menos de la mañana con dirección a Chelva o Cantavieja; parece que el general Espartero va a sus alcances”.
Y el comandante militar de Requena me dice igualmente con fecha de ayer: “En este momento, que son las cuatro de la tarde acabo de saber que la facción que había salido esta mañana de Utiel ha vuelto a entrar en la misma villa, y según las noticias, reforzada con la facción de Cabrera”.
El comandante militar de Segorbe con fecha 11 del actual me dice lo siguiente: “Por sujeto de confianza he sabido que el nueve del corriente a la una de la tarde pasaron por Manzanera hacia Ademuz Quílez, Cabrera y Forcadell, seguidos de ocho batallones de nuestras tropas”.
El alcalde de Buñol con igual fecha [1836 septiembre, 11] me dice lo que sigue: “Por medio de mi aportador he sabido que la facción ha vuelto a Utiel serían las cinco horas de la tarde de hoy. También se ha dicho por algunos arrieros que las fuerzas al mando del general Espartero durmieron anoche en Campillo de Alto-buey. El J. de la P.M.- CASTELL
PARTES RECIBIDOS DE LA SECRETARIA DE LA GUERRA
Tercera división del ejército de operaciones.= Excmo. Sr.: A las siete y media de la mañana recibo el extraordinario portador de la real orden de 12 del corriente [septiembre 12], en que V.E. se sirve comunicarme que es indispensable persiga sin dejar descansar a la facción de Gómez, no permitiendo las circunstancias acceder a que esta división permanezca estacionada algunos días, como tuve el honor de suplicar desde Cuenca el día 10.
Las operaciones me han detenido aquí dos días en atención a que Gómez [Manuel Gómez Damas], reunido ya con el fraile Esperanza [Miguel Sancho], el Arcipreste [José Millán (a) Arcipreste de Moya], Serrador [José Miralles Marín] y últimamente Quílez [Joaquín Quílez], me obligaron a cubrir el convoy de prendas de vestuario para esta división y las partidas que conducía el coronel León, que felizmente todo queda hoy reunido en Cuenca, y mañana seguirá en dirección a Carboneras a donde voy a marchar dentro de una hora. Calzada y un tanto equipada esta tropa, puede V.E. persuadirse y asegurar a S.M. que continuaré sobre el rebelde Gómez con la rapidez que tiene de costumbre esta división, que ansía y anhela concluir con la gavilla de este faccioso, venciendo cuantos obstáculos puedan oponerse a su realización…
…Respecto a las facciones, la de Gómez, unida a la del arcipreste de Moya y Fr. Esperanza, estaban el 10 [1836 septiembre] en Utiel. Quílez con 3.300 hombres había pedido raciones en Torrebaja con el objeto de llamar la atención de nuestras tropas que perseguían a Gómez.[50]

NOTICIAS NACIONALES
El brigadier D. Isidro Alaix desde Cañada del Hoyo en 14 del actual [1836 septiembre] participa haber recibido la Real orden que por extraordinario se le comunicó el 12 que sin descanso persiguiese a la facción de Gómez: manifiesta que la reunión de éste con el fraile Esperanza, el Arcipreste [de Moya], Serrador y últimamente, Quílez se ha verificado; pero que aunque así se haya efectuado y reunida y engruesada la facción tratase de hostilizar a Requena, hará inútiles sus proyectos supuesto que forzando la marcha puede llegar a aquella población en un día desde el punto en que va a situarse, cubriendo con este movimiento a la guarnición de Moya que tiene a siete leguas…
Respecto a las facciones, la de Gómez, unida a la del Arcipreste de Moya y fraile Esperanza, estaban el 10 en Utiel.
Quílez con 3.300 hombres había pedido raciones en Torrebaja, con el objeto de llamar la atención de nuestras tropas que perseguían a Gómez.[51]

Partes recibidos en la secretaria de Estado y del despacho de la Guerra.
[1836 septiembre 14] Tercera división del ejército de operaciones.= Excmo. Sr.: A las siete y media de la mañana recibo el extraordinario, portador de la Real orden de 12 del corriente, en que V.E. se sirve comunicarme que es indispensable persiga sin dejar descansar a la facción de Gómez, no permitiendo las circunstancias acceder a que esta división permanezca estacionada algunos días, como tuve el honor de suplicar desde Cuenca el día 10.
Las operaciones me han detenido aquí dos días en atención a que Gómez, reunido ya con el fraile Esperanza, el Arcipreste, Serrador, y últimamente Quílez, me obligaron a cubrir el convoy de prendas de vestuario para esta división, y las partidas que conducía el coronel León, que felizmente todo queda hoy reunido en Cuenca, y mañana seguirá en dirección a Carboneras, a donde voy a marchar dentro de una hora. Calzada y en un todo equipada esta tropa, puede V.E. persuadirse y asegurar a S.M. que continuaré sobre el rebelde Gómez con la rapidez que tiene de costumbre esta división, que ansía y anhela concluir con la gavilla, de este faccioso, venciendo cuantos obstáculos que puedan oponerse a su realización. En mi parte de ayer [septiembre 13] anuncié a V.E. que nada había ocurrido al pueblo de Requena; y aunque la facción reunida y engruesada como está, intentase hostilizar aquel vecindario, haría inútiles sus proyectos, supuesto que forzando la marcha puedo llegar a Requena en un día desde el punto que voy a situarme, y también cubro a la guarnición de Moya que la tengo a siete leguas; mas me es del todo imposible adelantar más hoy, supuesto que Quílez tiene proyectado invadir la provincia, y en ese caso exponía el convoy de que queda hecho mérito, que reitero a V.E. llega al anochecer a Cuenca, y salgo de este indispensable cuidado…
Dios guarde a V.E. muchos años. Cañada del Hoyo 14 de septiembre de 1836.= Excmo. Sr.= Isidro Alaix. =Excelentísimo señor secretario de Estado y del Despacho de la Guerra.
[1836 septiembre 14] Respecto a las facciones, la de Gómez, unida a la del arcipreste de Moya y Fr. Esperanza, estaban el 10 en Utiel. Quílez con 3.300 hombres había pedido raciones en Torrebaja con el objeto de llamar la atención de nuestras tropas que perseguían a Gómez.[52]

CUENCA 13 de septiembre.= Atenta la junta a impedir que los enemigos del trono constitucional y de la patria saquen recursos de un país, que debe sacrificarlos exclusivamente en defensa de objetos tan sagrados y contra las bandas devastadoras del usurpador, ha acordado en sesión de hoy las medidas siguientes:

  Todos los mozos solteros y viudos sin hijos desde 17 a 40 años de los partidos de Cañete y Requena, de los pueblos del de esta capital situados al Norte, y de Beteta y sus aldeas saldrán para esta Ciudad el día siguiente de recibir esta circular.
  En ella permanecerán a disposición de la junta por todo el tiempo que las facciones vaguen por dichos territorios, y dure el peligro que hay en el día de que puedan llevárselos a inscribirlos en las filas de la rebelión como lo están ejecutando, y serán socorridos puntualmente con lo necesario para su subsistencia.[53]

VALENCIA 20 de setiembre.= [1836 septiembre 14]
Por comunicaciones del Sr. general en jefe, fecha 13 del corriente, y del gobernador de Teruel del 15 se ha sabido que dicho Excmo. Sr. salió de aquel punto para Ademuz el 14 con toda la fuerza de su mando, y que en dicho Teruel se esperaba una división procedente de Montalbán.
Capitanía general de los reinos de Valencia y Murcia.= Se sabe por conducto del gobernador militar de Segorbe, según oficio que ha recibido con fecha 13 del de Teruel, que a las cinco de la tarde de dicho día había llegado allí el Excmo. señor general en jefe del ejército del centro con una división de 4.500 infantes y 300 caballos, siendo su objeto dirigirse a Requena.[54]

(Del “Diario Mercantil de Valencia”) - Movimientos de la facción. [1836 septiembre 14]
La de Esperanza y Llagostera, menos unos pocos que han dejado en Chelva, se dice marcharon antes de ayer (14) a Cantavieja conduciendo prisioneros, manifestando al propio tiempo algunos pueblos de la frontera de Segorbe que de Rubielos [de Mora] les hace la facción gran pedido de raciones y bagajes, siendo de creer sean los cabecillas Esperanza y Forcadell, en razón a que los demás están incorporados con Gómez, menos Cabrera que se halla en Chelva. Respecto a la de Gómez sigue los movimientos que, anunciamos ayer.[55]

Valencia 17 de setiembre. [1836 septiembre 15] El 15 a las 5 de la tarde llegó a Teruel el general S. Miguel [Evaristo José Fernández San Miguel y Valledor] con 4.500 infantes y 300 caballos; su objeto era dirigirse a Requena. Se sabe por noticias confidenciales que la gruesa facción que estaba en Utiel se ha dividido en dos columnas; una con la gente más escogida de los vascongados se ha dirigido por la Venta del Moro a la provincia de Albacete; y otra compuesta de la purriela [deshecho, cosa despreciable] se ha ido a Chelva y Cantavieja.
Por un parte del comandante de Liria se sabe que la división Alaix, llegó el 15 a las inmediaciones de Moya. Las brigadas que han salido de esta capital pernoctaron el mismo día en Ribarroja; el señor capitán general interino de estos reinos con la columna de la Guardia Nacional de ambas armas y las 3 piezas de artillería en Alacuás.[56]

CRONICA INTERIOR
VALENCIA 6 de octubre. [1836]
… Al separarme del cantón de Chelva, por desgracia tanto tiempo madriguera de la infame canalla, he considerado utilísima la conservación de dicha villa, que debe estar ocupada siempre por nuestras armas. Queda fortificada con más latitud, con aspecto más imponente y con todos los auxilios necesarios a su defensa. Su guarnición de 600 hombres la hará respetar, y en Chelva las tropas nacionales brillarán como en cualquiera otro punto. Dirigidas por el brío, decisión y temple de alma libre del bravo coronel Buil, al paso que en columnas volantes por los puntos en contorno de dicha villa, apresarán a los que contumaces o más criminales siguen la rebeldía y vagan por aquellos, reanimarán el espíritu público, tan abatido antes; tan otro hoy día, y tan declarado ya por la causa constitucional. Así, llenándose a la vez tantos objetos de consideración y de tan buen servicio, tendrán en Chelva las columnas nacionales un apoyo, un punto céntrico para sus operaciones sucesivas, y un cuartel general.
Os puedo anunciar, conciudadanos, y aseguraros que aquel prestigio momentáneo y efímero, que a la sombra de una época inactiva habían tomado los rebeldes, ha caducado ya y son del todo impotentes. Huyen de sus filas sanguinarias centenares de jóvenes desengañados, a quienes la violencia en unos y la debilidad de espíritu en otros, hicieran aumentar aquellas masas informes. Toca al número de 600 los presentados, y será mayor, pues con ansia se me han manifestado los padres y parientes para volar en busca de sus hijos y hermanos, y conducirlos al hogar paterno do vivirán como pacíficos ciudadanos…
Cuartel general de Valencia 4 de octubre de 1836. Vuestro capitán general interino. Francisco Narváez.[57]

NOTICIAS DE ESPAÑA.
VALENCIA 6 de octubre.= [1836] El Excmo. Sr. capitán general interino de esta provincia ha dirigido a los valencianos una alocución, manifestando que según ordenes del ministro de la guerra se ha separado de la línea de Aragón donde perseguía las miserables gavillas de Esperanza y Llagostera.
Anuncia igualmente haber dejado fortificada la villa de Chelva y puesto en ella 600 hombres de guarnición.
Participa haberse introducido el desaliento entre los rebeldes, que a porfía van desertando de las filas del absolutismo, pasando ya de 600 los que se han presentado al indulto.
Últimamente dice se va a instituir a las orillas del Júcar para defender el paso de dicho río si las gavillas de Gómez intentasen repasarlo, hallando en él la barrera más fuerte, la opinión más ventajosa, la resistencia más tenaz, y en fin la muerte.
Concluye recomendando al aprecio y gratitud de los pueblos a los bravos guerreros, que en medio de tantas privaciones, fatigas y peligros, desean hallar momentos de medir sus armas con los enemigos de la libertad.[58]

A partir de 1836, aparecerá una nueva partida dirigida, esta vez, por el lugareño Arcipreste de Moya [José Millán], que el 8 de octubre de ese año, recorría diversos puntos, como Cardenete y Carboneras de Guadazaón, llevándose a los mozos y casados del citado pueblo. Pero perseguida, las tropas liberales conseguían liberar a los mozos, resultando muertos dos de la citada partida. Días después, el 14, la partida del Arcipreste de Moya se dispersaría en varios grupos para evadir la persecución liberal. No obstante, algunos de su partida, como Eleuterio Paria, rodeados en Camporrobles, morían en dicho encuentro días después… Así, el 26 de noviembre de ese año, se producía una nueva invasión de las partidas carlistas procedentes del Bajo Aragón y el Arcipreste de Moya que, con unos doscientos a trescientos hombres, se presentaba en Cañete.[59]


NOTICIAS DE ESPAÑA
CUENCA 5 diciembre [1836].= El batallón de milicia nacional movilizada de esta provincia ha salido a campaña, determinando el señor comandante general que la primera y sexta compañía que salieron el 30 del pasado [1836 noviembre] al mando del capitán Pérez con una fuerza de 215 hombres, efecto de las licencias concedidas, y que se van ahora reuniendo en el depósito formado en esta ciudad, deben guarnecer a Requena.
La de carabineros que lo verifica hoy al mando del capitán don Juan Antonio Meneses debe guarnecer a Cañete.
La de tiradores, segunda, tercera, quinta y mitad de la cuarta con toda su plana mayor también han salido para Moya.
Sí no nos equivocamos este escalonamiento de tropas lleva la bien entendida idea de proteger los pueblos, dirigir el espíritu público abatido desde que el brigadier López falta de ella, y de preparar el camino para las operaciones sucesivas que emprenderá este caudillo, así que pueda disponer de los recursos que está esperando para limpiar la provincia de forajidos y ladrones, las fronteras de Aragón y Valencia de facciosos, y aún hacer tremolar la bandera de la libertad en las opuestas márgenes del río Blanco e inmediaciones de Cantavieja, o donde la suerte de la guerra le llevó prisionero.[60]


[1] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 27 enero 1836.
[2] Francisco Cabello, Francisco Santa Cruz y Ramón María Temprado. “Historia de la Guerra Última en Aragón y Valencia”. Edición de Pedro Rújula, Institución “Fernando el Católico”, 2006.
[3] Periódico “El Español” (Madrid): 24 marzo 1836.
[4] Caridad Salvador, Antonio. Publicación “Las Mujeres durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840)”. Universidad de Navarra-Memoria y Civilización, 2011.
[5] Periódico “El Nacional” (Madrid): 25 marzo 1836.
[6] Periódico “Revista Española” (Madrid): 25 marzo 1836.
[7] Caridad Salvador, Antonio. “El Ejército y las Partidas Carlistas en Valencia y Aragón (1833-1840)”. Universidad de Valencia, 2013.
[8] Periódico “El Español” (Madrid): 21 abril 1836.
[9] Periódico “Gaceta Oficial” (Madrid) (publicación carlista): 3 junio 1836.
[10] Periódico “Revista Española” (Madrid): 27 abril 1836.
[11] Sánchez Garzón, Alfredo (cronista oficial de la Mancomunidad de Municipios del Rincón de Ademuz). “Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y Noticia del Hospital de la Villa”. Ayuntamiento de Castielfabib, 2001.
[12] Melchor Ferrer, Domingo Tejera y José F. Acedo. “Historia del Tradicionalismo Español” (tomo XI). Ediciones Trajano, Sevilla, 1948.
[13] Periódico “Revista Española” (Madrid): 30 abril 1836.
[14] Periódico “Revista Española” (Madrid): 30 abril 1836.
[15] Periódico “Revista Española” (Madrid): 27 abril 1836.
[16] Periódico “Revista Española” (Madrid): 30 abril 1836.
[17] Periódico “El Español” (Madrid): 3 mayo 1836.
[18] Periódico “El Nacional” (Madrid): 30 abril 1836.
[19] Periódico “El Nacional” (Madrid): 8 de junio 1836.
[20] Periódico “El Español” (Madrid): 1 junio 1836.
[21] Periódico “Revista Española” (Madrid): 3 junio 1836.
[22] Periódico “El Español” (Madrid): 28 mayo 1836.
[23] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 4 junio 1836.
[24] Caridad Salvador, Antonio. “Cabrera y Compañía. Los jefes del carlismo en el frente del Maestrazgo”. Institución “Fernando el Católico”, 2014.
[25] Sánchez Garzón, Alfredo (cronista oficial de la Mancomunidad de Municipios del Rincón de Ademuz). “Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y Noticia del Hospital de la Villa”. Ayuntamiento de Castielfabib, 2001.
[26] Periódico “El Nacional” (Madrid): 11 junio 1836.
[27] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 16 junio 1836.
[28] Periódico “El Guardia Nacional” (Barcelona): 3 julio 1836.
[29] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 18 junio 1836.
[30] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 18 junio 1836.
[31] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 20 junio 1836.
[32] Melchor Ferrer, Domingo Tejera y José F. Acedo. “Historia del Tradicionalismo Español” (tomo XI). Ediciones Trajano, Sevilla, 1948.
[33] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 23 julio 1836.
[34] Periódico “El Español” (Madrid): 27 julio 1836.
[35] Periódico “El Nacional” (Madrid): 22 julio 1836.
[36] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 24 julio 1836.
[37] Periódico “El Español” (Madrid): 27 julio 1836.
[38] Periódico “El Español” (Madrid): 10 agosto 1836.
[39] Periódico “Revista Española” (Madrid): 10 agosto 1836.
[40] Periódico “El Español” (Madrid): 13 agosto 1836.
[41] Asensio Rubio, Manuela. “El Carlismo en Castilla La-Mancha (1833-1875)”. Almud Ediciones Castilla La Mancha, 2010.
[42] Asensio Rubio, Manuela. “El Carlismo en Castilla La-Mancha (1833-1875)”. Almud Ediciones Castilla La Mancha, 2010.
[43] Periódico “El Español” (Madrid): 7 septiembre 1836.
[44] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 10 septiembre 1836.
[45] Periódico “El Español” (Madrid): 14 septiembre 1836.
[46] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 17 septiembre 1836.
[47] Francisco Cabello, Francisco Santa Cruz y Ramón María Temprado. “Historia de la Guerra Última en Aragón y Valencia”. Edición de Pedro Rújula, Institución “Fernando el Católico”, 2006.
[48] Periódico “Eco de Comercio” (Madrid): 19 septiembre 1836.
[49] Periódico “El Castellano” (Madrid): 20 septiembre 1836.
[50] Periódico “El Castellano” (Madrid): 17 septiembre 1836.
[51] “Boletín Oficial de Zamora”: 20 septiembre 1836.
[52] Periódico “El Español” (Madrid): 18 septiembre 1836.
[53] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 17 septiembre 1836.
[54] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 24 septiembre 1836.
[55] Periódico “El Español” (Madrid): 24 septiembre 1836.
[56] Periódico “Revista Nacional” (Madrid): 20 septiembre 1836.
[57] Periódico “El Español” (Madrid): 12 octubre 1836.  
[58] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 12 octubre 1836.
[59] Asensio Rubio, Manuela. “El Carlismo en Castilla La-Mancha (1833-1875)”. Almud Ediciones Castilla La Mancha, 2010.
[60] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid): 8 enero 1837.

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