LAS GUERRAS CARLISTAS EN EL RINCON DE ADEMUZ Y LA ZONA, SEGUN LOS DOCUMENTOS (VIII). SEGUNDA G.C. (1846-1849)
SEGUNDA GUERRA CARLISTA (1846-1849)
Esta II Guerra Carlista, también
llamada “Guerra de Matiners” o “Campaña Montemolinista”, se desarrolló
fundamentalmente en Cataluña. No existió esta guerra para algunos
historiadores, sino un conflicto político. Lo peculiar del origen de esta
II Guerra Carlista, fue, entre otras causas, el frustrado intento de casar a la
reina Isabel II con Carlos Luis María Fernando de Borbón y Braganza, conde de
Montemolín, hijo del pretendiente en la anterior guerra Carlista, Carlos María
Isidro de Borbón, y que teóricamente tendría que gobernar como Carlos VI, con
el ánimo de unir las dos ramas borbónicas y enfrentadas en estas guerras,
llamadas Carlistas. Finalmente Isabel II casa con su primo Francisco de Asís de
Borbón. Los partidarios de la unión matrimonial con el conde de Montemolín, pasarán a ser conocidos como los
Montemolinistas en esta 2ª Guerra Carlista (los Carlistas en la Primera). Tuvo muy
poco impacto real en nuestra comarca, pero algo hubo.
El nuevo pretendiente a la
corona de España por la rama Carlista era D. Carlos Luis Fernando de Borbón y
Braganza, conde de Montemolín (titulado Carlos VI), hijo de Carlos María Isidro
(anterior pretendiente, titulado como Carlos V). Se convierte en pretendiente
tras la abdicación de su padre el 18 de mayo de 1845.
El 12 de septiembre de 1846, desde
Bourges (Francia), donde residía desde el exilio de su padre en 1839, publica
un manifiesto llamando a la lucha armada a favor de sus derechos dinásticos y
se establece en Londres:
Manifiesto del Conde de Montemolín: “Españoles: Cumplía a mi dignidad y mis sentimientos esperar el desenlace de los acontecimientos, que hoy veo sin sorpresa consumados en España, y más aún no desmentir cuanto os anuncié en mi manifiesto de 23 de mayo de 1845.
Manifiesto del Conde de Montemolín: “Españoles: Cumplía a mi dignidad y mis sentimientos esperar el desenlace de los acontecimientos, que hoy veo sin sorpresa consumados en España, y más aún no desmentir cuanto os anuncié en mi manifiesto de 23 de mayo de 1845.
Entonces os hice conocer mis principios;
que mis deseos no eran otros sino sacar a nuestra patria del caos en que se
halla sumergida; obrar la sólida reconciliación de los partidos; daros la paz y
ventura de que tanto necesitáis y habéis merecido. Los resultados no han
correspondido a mis desvelos y vuestra esperanza ha quedado defraudada.
Vuestro deber y mi palabra nos imponen
nuevos esfuerzos para cumplir la misión que nos está encomendada.
Llegó pues, el momento, españoles, que tan
cuidadosamente quise evitar a costa de tantos sacrificios de vuestra parte y de
la mía: fuera mengua para vosotros y mancilla para mí, ser ahora menos
esforzados que siempre os estimó la Europa.
No conozco partidos, no veo sino españoles,
y todos ellos capaces de contribuir poderosamente conmigo al grande objeto para
que la Divina Providencia me reserva. Os llamo pues a todos, de todos espero y
de ninguno temo.
La causa que represento es justa; ningún
obstáculo debe retraernos para salvarla: el resultado es cierto, pues cuento
que celosos, activos y valientes acudiréis solícitos al llamamiento que os
hago.
Quiero, y os encargo, que no mires a lo
pasado. La era que va a empezar no debe parecerse a la presente: la concordia
debe restablecerse en todas sus partes entre los españoles: cesen los epítetos,
los odios y los agravios.
Las instituciones propias de la época, la
santa Religión de nuestros mayores, el libre ejercicio de la justicia, respeto
a la propiedad y la amalgama cordial de los partidos os garantizan la felicidad
porque tanto suspiráis.
Cumpliré cuanto os prometí y ofrezco; y en
el momento del triunfo nada será más grato ni me complacerá tanto como
considerar que no hubo vencedores ni vencidos.
Os doy las gracias por vuestros
sufrimientos, constancia, y cordura. Admirador de vuestro valor y de vuestras
hazañas, sabré recompensarlas en el campo de batalla”.
Firmado, CARLOS LUIS
Causas más importantes que las
sucesorias, fueron, sin duda, y entre otras: la crisis agrícola del momento,
reforma fiscal de 1845, restablecimiento de las “quintas”, que obligaba a hacer
el servicio militar lejos de casa, lo que conllevaba la privación de mano de
obra de los hijos en las familias campesinas (esto es muy importante)... Otra
vez el mundo rural agraviado y descontento.
Si a esto unimos el sustrato
carlista catalán que quedaba de la guerra anterior y las partidas dispersas que
todavía vagaban por esas tierras (aunque más bien como “bandoleros”), tenemos
en bandeja este levantamiento que se produce en septiembre-octubre de 1846. Además
de la participación de los campesinos catalanes, es curiosa la participación de
republicanos de esa región en la revuelta.
En septiembre de 1843 las
Cortes proclaman la mayoría de edad de la reina Isabel II cuando cumpliera 13
años (10 de octubre de 1843). El 10 de noviembre de este año Isabel jura la
Constitución de 1837. La Segunda Guerra Carlista se comprende en el período de
la llamada "Década Moderada" del reinado de Isabel II, siendo Primer Ministro (Presidente del Consejo de Ministros) del
gobierno en la casi totalidad del período, el general Ramón María Narváez y
Campos, "duque de Valencia". Esta "Década Moderada" se comprende entre mayo de 1844 y julio de 1854, hasta la "Vicalvarada" (junio-julio 1854), con gobiernos liberales-moderados del "Pardido Moderado", siendo excluidos los liberales-progresistas.
Comienza la Segunda Guerra, ya
como reina Isabel II, y con el Gobierno Istúriz (Francisco Javier Istúriz
Montero). Istúriz pertenecía al ala más progresista de los moderados
(“Puritanos”). Pretendía la convivencia y alternancia en la política del Estado
entre los moderados y progresistas, y afianzar a la Reina Isabel. Este gobierno
duraría hasta el 18 de enero de 1847.
El 28 de enero de 1847 es
nombrado Presidente del Gobierno el Duque de Sotomayor (Carlos Fernando
Martínez de Irujo y McKean). Gobierno de muy corta duración (hasta 28/03/1847),
que se formó apoyado por las dos ramas del moderantismo (“narvaístas” y
“puritanos”, que se correspondían más o menos con el centro y la izquierda del "Partido Moderado"). Se pactaba respetar la Constitución y las leyes, y “colaborar en la
solución de los problemas de España”. Se sufría una grave crisis económica que
había que afrontar.
… En esos años Valencia y
Aragón se vieron expuestas a incursiones procedentes de Cataluña que intentaron
promover la rebelión en estos territorios. Sin embargo, los carlistas,
encontraron poco apoyo popular, debido a la recuperación de la economía, el
deseo de paz ante una guerra aún reciente, a la neutralidad de la Iglesia y al
respaldo de los notables locales al nuevo régimen. Todo esto hizo fracasar
rápidamente las invasiones y revueltas, tanto en Valencia como en Aragón.[1]
En levantamiento carlista se había iniciado en septiembre-octubre de 1846. Ya en marzo de 1847, se empieza a tener noticias de dicho movimiento en esta zona.
Ciertos "cabecillas", más o menos anónimos hasta entonces, que parecen operan bajo la bandera carlista, actúan con partidas muy pequeñas por estas sierras, más bien como ladrones o bandoleros.
Carlistas indultados de la anterior guerra (1833-1840), y otros destacados partidarios de los pueblos, se van reuniendo y organizando para conspirar y unirse a la revuelta.
A partir de aquí, hay que destacar la gran importancia que cobró a favor del gobierno isabelino, el cuerpo de la Guardia Civil, que había sido creado en mayo de 1844 por el II Duque de Ahumada (Francisco Javier Girón y Ezpeleta).
NOTICIAS DE LAS PROVINCIAS
CUENCA, 20 [1847 marzo].- (De “El Espectador”).
Los indultados que aquí existen de la
pasada guerra, y cuyo número se calcula en 600 hombres, están indudablemente en
movimiento, es decir, se les ve pasar de unos pueblos a otros, ponerse en comunicación,
reunirse y echar bravatas. De un pueblo han desaparecido cuatro de los peores
antecedentes, y encontrados en dirección de la Sierra por un convecino suyo,
que les preguntó a dónde iban y le contestaron “que a robar”. Prescindiendo de
la seducción que pueda emplearse, y de las voces que se han generalizado de un
próximo alistamiento, el principal origen o móvil de aquellas demostraciones no
es otro que la miseria y la falta de trabajo.
Por vía de precaución se ha dispuesto
reforzar los puestos de la Guardia Civil de La Montilla, Mira, Tragacete, Cañete y Beteta, como una especie de línea avanzada para cubrir las avenidas
más sospechosas y tener más concentrada la fuerza para evitar una sorpresa.[2]
Gobierno Pacheco (28/03/1847 a
31/08/1847). Presidente D. Juan Francisco Pacheco Gutiérrez. Otro efímero
gobierno moderado. Quería Pacheco un gobierno sólo de “Puritanos” (ala
progresista de los moderados). Por tal motivo no obtuvo el apoyo total en las
Cortes. Parece ser, fue un gobierno heterodoxo, con intrigas, “chanchullos”
electorales y escándalos políticos, por lo que no logró la afección de unos ni
otros. Se consiguieron reformas en materia de Enseñanza, pero con pocos avances
respecto a la ley anterior. Continúa la grave crisis económica del país.
MINISTERIO
DE LA GUERRA.
[1847
junio, finales]
El capitán general de Valencia da parte de la captura en el pueblo de Sinarcas de los malhechores Mariano y
Joaquín Salón, alias Morcillo, hermanos, Leocadio Salón, hijo del segundo, y José
Villena, alias el Ministril, los cuales, al ser conducidos a Chelva para ponerlos a disposición de la
autoridad competente, trataron de fugarse; y no habiendo querido hacer alto a
las voces de la fuerza que los conducía, se vio ésta precisada a hacer fuego sobre
los fugitivos quedando muertos en el
campo los expresados malhechores que eran el terror de aquel país.[3]
Otro corto gobierno moderado, de 31 de
agosto de 1847 a 4 de octubre de 1847. A cargo de D. Florencio García Goyena
(moderado progresista o “puritano”). Intentó la reconciliación entre ambos
bandos del moderantismo. Se amnistió a los emigrados políticos y se nombró como
senador al general Espartero. Este (Espartero), junto con Narváez, decidieron
acabar con este gobierno. La Reina cesó a García Goyena el 4 de octubre de
1847, y nombró a Narváez, otra vez, como Presidente del Gobierno.
NOTICIAS DE ESPAÑA
TERUEL 25 de septiembre [1847].- Vamos a escribir afectados por una idea profundamente
dolorosa. La guerra civil se ha inaugurado en este país, digan lo que quieran
los que no que temer al acrecentamiento de los montemolinistas [así son
denominados los carlistas en esta guerra] ni al hundimiento de la causa santa de
la libertad...
... Se asegura que en las sierras de Manzanera, Arcos [Arcos de las Salinas] y Abejuela
existe otra facción de 17 hombres. Esto se dice con sobrados visos de verdad, y
esto mismo ha confirmado un masadero, en cuya masía se comieron una oveja que
le obligaron a venderles.
También se dijo anoche por buen conducto,
que en Cañete se había alzado una facción.
No tiene muy buena reputación política que digamos el citado pueblo [municipio
destacadamente Carlista durante la Primera Guerra], pero esto no obstante no
salimos garantes de la noticia.
CALAMOCHA
(Teruel) 26 de septiembre [1847].- ...Ya está arrojada la tea desoladora en el Bajo Aragón, este país ya
comienza a temer por su tranquilidad; por lo ocurrido en Cataluña podrá
deducirse la consecuencia, si las autoridades no dedican su exclusivo cuidado
al exterminio de esos miserables, haciéndoles desaparecer del suelo tranquilo
que profanan, extendiendo también su rigor hacia aquellos estúpidos holgazanes
que encierran los pueblos, y cuya predisposición es bien marcada: sin éstos,
nunca podrían engrosarse las filas de los armados. La miseria pública también
se dejará sentir dentro de poco tiempo, los artículos de primera necesidad toman
un precio muy subido, y llegará día en que tan sólo por esta causa muchos
desaparecerán de sus hogares a reunirse con quien les dé de comer,
prescindiendo de otros que lo harán por su instinto maléfico y propensión a la
vida que se dieron con Cabrera [Ramón Cabrera y Griñó (a) el "Tigre del Maestrazgo"].[4]
El 4 de octubre de 1847, comenzarían los
gobiernos de Narváez (Ramón María Narváez y Campos, I duque de Valencia), que
se sucedieron hasta enero de 1851. Perteneciente al Partido Liberal Moderado,
fue la tercera vez que era Presidente de Gobierno. Se afronta una importante
reforma del Ejército y se inician importantes proyectos de Obras Públicas y
reformas económicas.
NOTICIAS
DE LAS PROVINCIAS.
[1848
mayo, mediados]
Las gavillas de revolucionarios que a la desbandada recorren algunos puntos del
distrito de Valencia ofrecen poco cuidado. Perseguidas vivamente por las tropas
y sin punto de apoyo, se ven precisadas a dispersarse en pequeños grupos. No
han logrado atraer a sus filas ninguna persona de arraigo ni de prestigio.
Compuesta la partida de Ferrer en su
mayor parte de presos que por delitos comunes estaban en la cárcel de Chiva, de
la que por sorpresa lograron evadirse, vaga por las sierras, sin otro objeto
que el de evitar la activa persecución de las tropas que van en su alcance. Otro
tanto le sucede al cabecilla Sendra, que se ve acosado por todas partes sin
tener ninguna esperanza de salvarse.
El día
18 tuvieron un encuentro los primeros en las inmediaciones de Chiva con las
fuerzas del ejército y guardia civil que hay situada en dicha villa, y a los
primeros tiros huyeron precipitadamente, abandonando la posición que ocupaban.
Los tales facciosos ni progresan ni
progresarán. Corren y roban algo; pero pronto terminará su existencia, porque a
las fuerzas que los persiguen actualmente van a unirse algunos batallones
procedentes del Maestrazgo.
Según nos escriben de Requena, los rebeldes de Buñol, a las
órdenes de Ferrer, corren despavoridos hacia la ribera del Júcar o hacia el
valle de Cofrentes. La tropa los sigue muy de cerca.
Se han levantado por las autoridades
somatenes en muchos pueblos para dar así más pronto caza a los malvados. Todos
se prestan gustosísimos a este servicio.
El espíritu público es inmejorable en el
distrito de Valencia, y se miran con entero desprecio estas tentativas, que no
hallan el menor eco en el país.[5]
El 23 de junio de 1848, Ramón Cabrera,
que procedente de Lyon (Francia), y a petición del Pretendiente Carlos Luis
(conde de Montemolín), traspasa la frontera española para insertarse en la
provincia de Gerona. Su prestigio en la anterior guerra le facilita el
reclutamiento de fuerzas importantes y se pone al frente de las partidas Carlistas
de Cataluña, Aragón y Valencia. Con muy poco convencimiento sobre el posible
triunfo de la causa carlista, no pudo siquiera entrar en el Maestrazgo, su
bastión en la Primera Guerra Carlista.
[1848 agosto]… Para reforzar la
rebelión en Valencia y Aragón, el jefe carlista en Cataluña, Ramón Cabrera,
decidió enviar a la zona a sus dos mejores lugartenientes, al frente de las tropas
valencianas, aragonesas y castellanas que operaban por esas fechas en el
principado. Uno de ellos era Domingo Forcadell, al que se le encargó promover
la insurrección en Valencia.
[Referente a algunas partidas
carlistas]… Una de ellas estaba mandada por José González (a) Pepe Lama,
escribano de Segorbe que había mandado una partida durante la guerra de los
siete años [I Guerra Carlista]. Las otras estaban dirigidas por Santés [José Santés
y Murgui], Arnau [José Domingo Arnau], Llorach [Vicente Llorach y Boix] y Gaeta
[Ramón Gaeta] y formadas en su mayor parte por valencianos. Estas fuerzas
rebeldes pronto se pusieron en movimiento, ya que una de ellas entró en Chelva
a finales de agosto, ocupando brevemente el pueblo y provocando la alarma de
las autoridades.[6]
A partir de aquí (verano-otoño de 1848), pequeñas escaramuzas, idas y venidas, merodeos, entradas y salidas. Todo esto ya sin importancia estratégica ninguna para un guerra que se mantenía obstinadamente, pero ya sin esperanza para los carlistas.
Los pueblos del Rincón de Ademuz, apenas se ven afectados en este período, sino por ser cruce de caminos y paso obligado entre las sierras de Javalambre y Albarracín, sierra de Cuenca, Marquesado de Moya, Utiel-Requena y Los Serranos.
Los jefes y cabecillas carlistas más destacados que operan por estos territorios y este período son, entre otros, José Santés y Murgui, José Domingo Arnau, Pascual Gamundi, Pimentero de Utiel (Timoteo Andrés)** ***, Dulzainero de Liria (Esteban Arastey).
** Timoteo Andrés, “Pimentero de Utiel”. Participo en la I y II Guerras Carlistas. Nació en Utiel, hijo de labradores. Al inicio de la I Guerra (1833), o quizás algo antes, y con sólo 17 años, se alista en Chelva (Valencia) a las filas carlistas. Timoteo Andrés, bien joven, sirvió como guía en su zona natal a las fuerzas carlistas que ya se iban adentrando por allí. En febrero de 1839 estaba al mando de las partidas carlistas de José Domingo Arnau, que se acercaron a Requena. Luego, cuando el ejército carlista abandonó la zona, siguió por allí como guerrillero. Tuvo su refugio en Villar de los Olmos (aldea de Requena), dedicándose con su partida al saqueo de personas y pueblos, lo que llevó a que fueran detenidos sus familiares que tenía en Utiel y en Requena (entonces de Cuenca). Ya en enero de 1840, huyendo de la persecución que le hacían los liberales, se refugió en la zona de Chera y Chulilla (Valencia). En abril de este año ocupó Utiel, y en junio se ofrecían 8.000 reales por su cabeza. Al finalizar la I Guerra, ese mismo año, se acogió a indulto en Guadalajara y se estableció en Madrid para pasar posteriormente a Francia, donde casó y tuvo dos hijos. A finales del verano de 1848 (ya durante la II Guerra) regresó a España y empieza a actuar con una partida por los pueblos de Marquesado de Moya y Utiel-Requena. El 20 de octubre de 1848 su partida es sorprendida en La Torre de Utiel, huyendo hacia Tarancón (Cuenca). En Tarancón, ya en febrero de 1849, reagrupa a sus fuerzas y capturan al alcalde y al comandante de la Guardia Civil. Tras la persecución que le hace el ejército gubernamental, disuelve la partida y marcha, disfrazado, a Madrid. Allí es delatado por una amigo al que le debía un dinero que no le pudo devolver (este dinero le fue prestado para organizar su revuelta). Al intentar dirigirse a Francia, es detenido en Burgos y finalmente fusilado el 8 de marzo de 1849.
*** En cuanto a las actuaciones que tuvo por esta zona: Durante la I Guerra, en febrero de 1839, bien joven, es guía de las patrullas de “Arnau” que andan por la parte de Utiel y Requena. En abril de 1839, “Pimentero”, que tenía su refugio en Villar de los Olmos (aldea de Requena), junto con otras partidas sueltas de “Pule”, y “Peinado”, se encargan de cobrar las contribuciones a los pueblos de esa zona, por orden de las “Juntas Administrativas” de Alpuente. A mediados de julio de 1839 entra en Utiel, de donde se llevan “las campanas, y hasta las calderas de las fábricas de aguardiente”. Roban el trigo de la vega de Requena, y lo llevan a trillar a las eras de Utiel, desde donde tienen que salir, perseguidos por el comandante general de Cuenca; cerca de Sierra Negrete (Utiel), son alcanzados y dispersados. A finales de noviembre de ese año, las partidas de “Pimentero” y “Potaje”, con unos 120 infantes y 30 caballos, están por la parte de Requena, haciendo pedidos a los pueblos. Pimentero “hace expediciones hasta tierra de Cofrentes, y se trae ganados de lana y cabrío, y hasta de cerdos”. En abril de 1840 ocupó de nuevo Utiel. En junio, el gobierno pone “precio a su cabeza” (8.000 reales). A finales de este mes de junio de 1840, la partida de “Pimentero”, ya con sólo 30 hombres, se halla por la parte de Talayuelas (Cuenca). A partir de aquí no hay más noticias de Timoteo Andrés en esta I Guerra y la zona, pues al finalizar la misma partió a Francia, para volver después, ya bien avanzado 1848 para unirse a la revuelta (entonces ya tenía más de 40 años). Ya durante la II Guerra Carlista, la primera noticia que tengo de sus operaciones por esta zona, es la estar con su partida en Aliaguilla y Garaballa (Cuenca) a finales de agosto o primeros de septiembre de 1848, y que, perseguidos por el jefe político de la provincia de Cuenca (José Fariñas) y otras columnas, se retiran hacia la Sierra de Albarracín (Teruel). La intención de los carlistas por aquellas fechas era la de apoderarse de Cañete (Cuenca), cosa que no se llegó a ejecutar. El 21 de septiembre de 1848, los gubernamentales baten en Calles, “distrito de Chelva”, a las “gavillas” de “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés), “Dulzainero de Liria” (Esteban Arastey), y “Santés” (José Santés y Murgui), causándoles 4 muertos. El 9 de octubre de 1848, la facción de “Pimentero”, entonces ya con 100 infantes y 25 caballos, están recorriendo los pueblos de la huerta de Valencia (Benaguacil, Villamarchante, Cheste...), “sacando dinero de los ayuntamientos y recogiendo caballos”; Son ahuyentados en Chiva. El 20 o 21 de octubre de 1848 la partida de “Pimentero” que manda "Dulzainero de Liria" (Esteban Arastey), es atacada en el término de La Torre de Utiel, y "Pimentero" se dirige a Tarancón (Cuenca). Posteriormente, aunque hay noticias de hablaban de sospechas sobre su vuelta a Chelva, la verdad es que ya no volvió a este sector. Reagrupó sus fuerzas en la zona de Tarancón en febrero de 1849. Tras la persecución a la que es sometido por el ejército, deshace su partida y marcha a Madrid. En su intento de refugiarse en Francia, es detenido en Burgos y ejecutado el 8 de marzo de 1849.
CORREO DE PROVINCIAS.
Los pueblos del Rincón de Ademuz, apenas se ven afectados en este período, sino por ser cruce de caminos y paso obligado entre las sierras de Javalambre y Albarracín, sierra de Cuenca, Marquesado de Moya, Utiel-Requena y Los Serranos.
Los jefes y cabecillas carlistas más destacados que operan por estos territorios y este período son, entre otros, José Santés y Murgui, José Domingo Arnau, Pascual Gamundi, Pimentero de Utiel (Timoteo Andrés)** ***, Dulzainero de Liria (Esteban Arastey).
** Timoteo Andrés, “Pimentero de Utiel”. Participo en la I y II Guerras Carlistas. Nació en Utiel, hijo de labradores. Al inicio de la I Guerra (1833), o quizás algo antes, y con sólo 17 años, se alista en Chelva (Valencia) a las filas carlistas. Timoteo Andrés, bien joven, sirvió como guía en su zona natal a las fuerzas carlistas que ya se iban adentrando por allí. En febrero de 1839 estaba al mando de las partidas carlistas de José Domingo Arnau, que se acercaron a Requena. Luego, cuando el ejército carlista abandonó la zona, siguió por allí como guerrillero. Tuvo su refugio en Villar de los Olmos (aldea de Requena), dedicándose con su partida al saqueo de personas y pueblos, lo que llevó a que fueran detenidos sus familiares que tenía en Utiel y en Requena (entonces de Cuenca). Ya en enero de 1840, huyendo de la persecución que le hacían los liberales, se refugió en la zona de Chera y Chulilla (Valencia). En abril de este año ocupó Utiel, y en junio se ofrecían 8.000 reales por su cabeza. Al finalizar la I Guerra, ese mismo año, se acogió a indulto en Guadalajara y se estableció en Madrid para pasar posteriormente a Francia, donde casó y tuvo dos hijos. A finales del verano de 1848 (ya durante la II Guerra) regresó a España y empieza a actuar con una partida por los pueblos de Marquesado de Moya y Utiel-Requena. El 20 de octubre de 1848 su partida es sorprendida en La Torre de Utiel, huyendo hacia Tarancón (Cuenca). En Tarancón, ya en febrero de 1849, reagrupa a sus fuerzas y capturan al alcalde y al comandante de la Guardia Civil. Tras la persecución que le hace el ejército gubernamental, disuelve la partida y marcha, disfrazado, a Madrid. Allí es delatado por una amigo al que le debía un dinero que no le pudo devolver (este dinero le fue prestado para organizar su revuelta). Al intentar dirigirse a Francia, es detenido en Burgos y finalmente fusilado el 8 de marzo de 1849.
*** En cuanto a las actuaciones que tuvo por esta zona: Durante la I Guerra, en febrero de 1839, bien joven, es guía de las patrullas de “Arnau” que andan por la parte de Utiel y Requena. En abril de 1839, “Pimentero”, que tenía su refugio en Villar de los Olmos (aldea de Requena), junto con otras partidas sueltas de “Pule”, y “Peinado”, se encargan de cobrar las contribuciones a los pueblos de esa zona, por orden de las “Juntas Administrativas” de Alpuente. A mediados de julio de 1839 entra en Utiel, de donde se llevan “las campanas, y hasta las calderas de las fábricas de aguardiente”. Roban el trigo de la vega de Requena, y lo llevan a trillar a las eras de Utiel, desde donde tienen que salir, perseguidos por el comandante general de Cuenca; cerca de Sierra Negrete (Utiel), son alcanzados y dispersados. A finales de noviembre de ese año, las partidas de “Pimentero” y “Potaje”, con unos 120 infantes y 30 caballos, están por la parte de Requena, haciendo pedidos a los pueblos. Pimentero “hace expediciones hasta tierra de Cofrentes, y se trae ganados de lana y cabrío, y hasta de cerdos”. En abril de 1840 ocupó de nuevo Utiel. En junio, el gobierno pone “precio a su cabeza” (8.000 reales). A finales de este mes de junio de 1840, la partida de “Pimentero”, ya con sólo 30 hombres, se halla por la parte de Talayuelas (Cuenca). A partir de aquí no hay más noticias de Timoteo Andrés en esta I Guerra y la zona, pues al finalizar la misma partió a Francia, para volver después, ya bien avanzado 1848 para unirse a la revuelta (entonces ya tenía más de 40 años). Ya durante la II Guerra Carlista, la primera noticia que tengo de sus operaciones por esta zona, es la estar con su partida en Aliaguilla y Garaballa (Cuenca) a finales de agosto o primeros de septiembre de 1848, y que, perseguidos por el jefe político de la provincia de Cuenca (José Fariñas) y otras columnas, se retiran hacia la Sierra de Albarracín (Teruel). La intención de los carlistas por aquellas fechas era la de apoderarse de Cañete (Cuenca), cosa que no se llegó a ejecutar. El 21 de septiembre de 1848, los gubernamentales baten en Calles, “distrito de Chelva”, a las “gavillas” de “Pimentero de Utiel” (Timoteo Andrés), “Dulzainero de Liria” (Esteban Arastey), y “Santés” (José Santés y Murgui), causándoles 4 muertos. El 9 de octubre de 1848, la facción de “Pimentero”, entonces ya con 100 infantes y 25 caballos, están recorriendo los pueblos de la huerta de Valencia (Benaguacil, Villamarchante, Cheste...), “sacando dinero de los ayuntamientos y recogiendo caballos”; Son ahuyentados en Chiva. El 20 o 21 de octubre de 1848 la partida de “Pimentero” que manda "Dulzainero de Liria" (Esteban Arastey), es atacada en el término de La Torre de Utiel, y "Pimentero" se dirige a Tarancón (Cuenca). Posteriormente, aunque hay noticias de hablaban de sospechas sobre su vuelta a Chelva, la verdad es que ya no volvió a este sector. Reagrupó sus fuerzas en la zona de Tarancón en febrero de 1849. Tras la persecución a la que es sometido por el ejército, deshace su partida y marcha a Madrid. En su intento de refugiarse en Francia, es detenido en Burgos y ejecutado el 8 de marzo de 1849.
CORREO DE PROVINCIAS.
Con fecha 16 [1848 septiembre] nos dicen lo siguiente de Cuenca:
“No se ha
mostrado a la verdad muy justo e imparcial el corresponsal a quien deben Vds.
las noticias que con fecha 4 del corriente les remitió desde esta ciudad
e insertaran en el número 1931 de su muy apreciable periódico. No ignoro que,
efectivamente, el comandante general de esta provincia hizo salir una partida
de San Marcial hacia Cañete no bien supo la aparición en Aliaguilla
de la facción de Timoteo Andrés (a) el Pimentero ["Pimentero de Utiel"],
y que comunicó al comandante de armas de aquel cantón, y al de Requena,
las órdenes convenientes para la seguridad de dichos puntos y persecución de 1a
gavilla. Pero sin rebajar en un ápice el servicio que con este motivo ha
prestado el celoso comandante general D.
Bernardo Magenis acordando acertadas providencias contra los facciosos
advenedizos de la provincia de Teruel, pudo, y aún debió el corresponsal
de Vds., no olvidar al Sr. Fariñas [José Fariñas], jefe político de ésta [provincia de Cuenca], quién habiendo
salido a visitar la provincia
en dirección a la Minglanilla, tuvo noticia de la aparición de los facciosos,
desde cuyo instante sólo se ocupó en perseguirlos, resuelto a exterminarlos o a
hacerlos huir de este país. Después de dejar asegurado el presidio de las
Cabrillas [que lo fue el castillo de Buñol], que la facción trataba de sublevar, marchó el jefe político con una
pequeña columna en seguimiento del Pimentero, dirigiéndose el 31 de agosto
a Camporrobles: al día siguiente [septiembre 1] al amanecer ya se
hallaba en las inmediaciones de Garaballa, a donde fue por haber sabido
que los facciosos después de pasar por Mira, iban en dirección a Narboneta.
No encontrándose, empero seguros éstos en semejante punto, se largaron a Henarejos,
y sabedor el Pimentero que el Sr. Fariñas le iba a los alcances, continuó su
marcha sin descansar hacia Boniches, sacando bagajes para toda su gente. El
jefe político, con el objeto de cortarles
la retirada a Aragón, ofició al comandante general de Teruel y al juez de primera instancia de Albarracín; la facción, entretanto, acosada sin cesar por dicho
jefe, abatida huyendo a escape
y en el más deplorable estado, llegó a la Huérguina,
pasó por las Salinas [Salinas del
Manzano], y por las inmediaciones de Salvacañete
se metió en el partido judicial de Albarracín,
perteneciente a la provincia de Teruel.
El Sr. Fariñas no regreso a esta capital hasta que los facciosos desaparecieron
de la provincia...”.[7]
VALENCIA 1º de septiembre
[1848].- A cada momento va siendo más crítica la situación de este país por el
aumento de las facciones, y la aproximación de las mismas a la capital. De tal
modo creíamos esto difícil y hasta imposible, que causa a todos gran extrañeza
y sobresalto lo que está sucediendo. Los montemolinistas han entrado en Bétera,
en Chelva, en la Llosa [Losa del Obispo], en las inmediaciones de Liria y en
donde han querido. Es muy falso lo que se ha dicho por los periódicos moderados
de que no encontraban adictos en el país los sectarios de Montemolín, porque
sus filas han engrosado con los que con sobrada audacia se les han ido uniendo
en los pueblos del Maestrazgo. Todo lo que toman de los pueblos lo pagan como
pertenezca a los particulares, y vejan muy poco al vecindario.[8]
REVISTA DE LAS PROVINCIAS.
VALENCIA 1º de septiembre [1848].- Después de la entrada en la heroica Lucena, según
dije a vds. en mi anterior, se dividió
la facción en dos grupos; uno tomó la dirección de Aragón, y otra fuerza como
de 40 hombres ha recorrido impunemente todo
el interior de este país por Suevar [Azuébar?] y Altiera [Altura?] en las inmediaciones de
Segorbe hasta Chelva; desde cuyo punto
retrocedieron hacia los puertos, sin haber tenido el menor choque con nuestras tropas durante tan larga correría. A cada momento
va siendo más crítica la situación de este país por
el aumento de las facciones, y la aproximación de las mismas a la capital. De tal modo creíamos esto difícil y hasta imposible,
que causa a todos gran extrañeza y sobresalto lo que está sucediendo. Los montemolinistas han entrado en Bétera, en Chelva, en Lallosa [Losa del Obispo], en las inmediaciones de Liria y en donde han querido. Es muy falso lo que se ha dicho por los periódicos moderados de que no encontraban adictos en el país los sectarios de Montemolín, porque sus filas han engrosado con los que con sobrada audacia se han unido
en los pueblos del Maestrazgo. Todo lo que toman de
los pueblos lo pagan como pertenezca a los particulares, y vejan muy poco al vecindario. De esta ciudad y sus inmediaciones siguen marchando a la facción grupos de paisanos que en el acto de su reunión aparecen armados y
equipados.[9]
CORREO DE PROVINCIAS.
VALENCIA 4 de septiembre [1848].-
En la noche
pasada ha habido un choque terrible entre algunos paisanos del pueblo de Buñol y una partida de fusileros mandada allí por nuestras autoridades.
No sabemos a
que atribuir la conducta de éstas para con los carlistas, mientras se prende y destierra a los progresistas sin compasión ni miramiento alguno; tal es la ceguedad de los hombres de la situación que, preocupados con los llamados revolucionarios, no advierten que a su misma vista y con el mayor descaro se conspira por los
carlistas.
A la vista de
todo el mundo y a la luz del sol han estado recorriendo estos días los pueblos de esta vega diferentes agentes
montemolinistas, catequizando y pagando gente para la facción. Amigos nuestros les han visto pasearse públicamente; toda la huerta han recorrido, y han enganchado una porción de hombres que unos suponen son sobre 300 y otros hacen subir a 700, los cuales se reunieron según se dice de público arriba de Paterna, desde donde tomaron la
dirección de Chelva en busca de la facción...
... Es muy
tarde y sólo puedo decir dos palabras para indicar lo que ocurre de más notable en este país.
Se sabe ya de
un modo positivo que de esta ciudad y sus cercanías han marchado a la facción del Maestrazgo sobre ciento veinte hombres. Esto a pesar de lo que indican los periódicos retrógrados, de no haber
encontrado los montemolinistas protección en el pais...[10]
REVISTA DE LAS PROVINCIAS.
CASTILLA
LA NUEVA.-
Decía ayer “la España”:
Nuestro corresponsal de Cuenca con
fecha 2 [1848 septiembre] del
actual, noticiándonos la intentona que pusieron en ejecución
unos 20 facciosos, los que quisieron entrar a viva fuerza en
Cañete, pero desistieron muy pronto
de tan descabellado proyecto, y se convencieron de
que serían fuertemente rechazados por el vecindario.
Esta partida de facciosos, está al mando
del cabecilla conocido por Pimentero la
persiguen con actividad varias columnas.[11]
REVISTA DE LAS PROVINCIAS.
CASTILLA LA NUEVA – CAÑETE 11 de septiembre [1848].-
La partida facciosa que a
principios de este mes se aproximó a
esta villa y vivamente perseguida por los vecinos de ella, tuvo que huir a todo
escape a la inmediata sierra de Albarracín, se ha presentado
ayer en el pueblo de Araquilla [Aliaguilla].
La componían 30 hombres mandados por Timoteo el
Pimentero [Pimentero de Utiel]. Desde este punto
se dirigieron a Garaballo [Garaballa].
Según informes exactos su intención es la de
penetrar en esta villa; pero será difícil lo consigan, pues aunque no tenemos ninguna fuerza del ejército, no está el
vecindario en ánimos de dejarse visitar por tan inoportunos huéspedes.[12]
CORREO DE PROVINCIAS.
CUENCA 4 de septiembre [1848].- En la última semana han
sido invadidos algunos pueblos del marquesado
de Moya por una pequeña partida de montemolinistas al mando de un tal Pimentero de Utiel, antiguo cabecilla de las facciones de Aragón.
Parece que en
su correría no han cometido desmanes de consideración, y que sólo se han
ocupado de la requisa de caballos
y en explorar el espíritu del país. El Sr. Comandante general [Bernardo Magenis] y el Sr. Jefe político [José Fariñas] han desplegado grande actividad, adoptando medidas convenientes
para su persecución y exterminio.
CUENCA 7 de septiembre [1848].-
La partida de facciosos de que hablé a Vds. en mi última del 4, no ha desaparecido tan
completamente como era de desear, ni es
la única fuerza rebelde que merodea por las inmediaciones de Utiel y Requena.
Ayer se dijo
que habían venido partes con las noticias de hallarse Forcadell [Domingo Forcadell y Michavila] con fuerzas respetables en Chelva, y añadían otros que en Utiel.
Aquí se cree
que ese caudillo vendrá ya activamente perseguido por el general Villalonga [Juan de Villalonga], y
que no encontrando en este país
fuerzas que lo rechacen podrá descansar algún tanto y reanimar el espíritu de sus secuaces de la pasada guerra, que por desgracia no son pocos.
Que duerma el
gobierno sobre los laureles de sus victorias contra el bando liberal progresista; que duerma eso que se llama situación, que confíen exclusivamente
en la fuerza del ejército en
una guerra como la que principia, y
veremos a donde nos conduce la suprema inteligencia de los hombres del partido, que no tienen ya nombre en el Diccionario de las lenguas...
... Quiera
Dios que llegue pronto [el general Pavía] y nos ponga a cubierto de las invasiones del señor Forcadell, que sabe bien las entradas y salidas de nuestro arrabal, y conoce perfectamente la topografía del país...[13]
REVISTA DE LAS PROVINCIAS.
VALENCIA 10 de septiembre [1848].-
...
Las partidas de Buñol siguen en la montaña, aunque no se sabe de positivo
cuáles sean sus marchas ni movimientos. Los facciosos montemolinistas han
entrado en Chelva, según se dice, en
gran número. Ante ayer lo efectuaron en el Villar...[14]
CUENCA 9 de septiembre [1848].-
...Parece que hoy llega a esta capital una brigada compuesta de tres batallones, un escuadrón y media batería, cuya fuerza debía operar por la parte de la frontera de Aragón y Valencia, según lo exijan los movimientos y correrías de las facciones que han aparecido en las inmediaciones de Chelva,
perseguidas por las tropas del general Villalonga...[15]
[1848 septiembre]… Por estas
fechas Forcadell [Domingo Forcadell y Michavila] cayó gravemente enfermo, lo que le obligó a esconderse en una
cueva, acabando así con sus operaciones en el Maestrazgo. Esto no paralizó las
operaciones de las pequeñas gavillas valencianas, pero tuvieron que funcionar
de forma anárquica y sin recibir órdenes de nadie. Las principales partidas
eran las de Pimentero [Timoteo Andrés, de Utiel], Santés [José Santés y Murgui]
y Arastey [Esteban Arastey (a) "Esteve" o "Dulzainero de Liria"], que operaban entonces por la provincia de
Valencia. El primero solía estar por la zona de Utiel, mientras que el segundo
se autodenominaba jefe de la “división del Turia”, y el tercero estaba al mando
de los “lanceros del Cid”.
La primera acción de guerra en
que participaron data del 21 de septiembre, cuando el comandante Izquierdo
atacó en el término de Chelva a tres gavillas reunidas. En este encuentro los
carlistas fueron derrotados y tuvieron que retirarse, con cuatro muertos, por
ninguno de los liberales. Tras este revés los tres caudillos rebeldes se
separaron. Esteban Arastey, confiado en las confidencias de Pimentero, a cuyo
cargo estaba, decidió pernoctar en las masías de la Torre (término de Utiel).
Pero su gente fue sorprendida por el comandante Izquierdo en los mismos
alojamientos, perdiendo 14 caballos y varios hombres, que resultaron muertos [esto ya fue el 20-21 de octubre].[16]
CORREO DE PROVINCIAS.
TERUEL 24 de septiembre [1848].- La facción de Andrés
[Timoteo Andrés, (a) el Pimentero de Utiel], compuesta de 22 hombres mal armados, y procedente de Utiel y Cañete, anda recorriendo las sierras de Arcos,
Riodeva y Albarracín; y
aunque salen a perseguirla
columnas pequeñas de tropa, de
fusileros y de guardias civiles de Cuenca,
de Teruel y de Molina, como van poca gente, se escurren y no pueden darles un alcance. Lleva dicha facción, según dicen, una carga de armas; pero de los pueblos no se va nadie con ellos,
y sólo algún perdido o
procesado se ha metido en la broma hasta el día...
... y que el
comandante Izquierdo batió el 21 [septiembre] en Canales [Calles???],
distrito de Chelva, a las gavillas de Pimentero, Aresty [Arastey] y Santos [Santés],
causándoles cuatro muertos...[17]
CRONICA
DE PROVINCIAS.
SANTA MARÍA DEL CAMPO 12 de octubre [1848].-
Este pueblo está tan
aislado, y tan fuera de todo tránsito, que pocas, o ningunas son las noticias
que pueda comunicar a vds.
Los padres, e interesados en
la quinta, a su regreso de la capital han dicho que las autoridades de Landete, en el marquesado de Moya, el domingo
8 dieron parte a las de la ciudad de Cuenca de haber entrado el día anterior
en dicho pueblo doscientos facciosos, y en los pueblos inmediatos, otros ciento
y ochenta...
... Ayer se dijo en
ésta que en Carboneras [de Guadazaón] los facciosos habían sorprendido un destacamento de nuestros tropas, pero creo que esta noticia merece confirmación. En la Jara [Villanueva de la Jara] estuvieron la semana pasada, y dicen que se comportaron tan bien que a nadie incomodaron...[18]
NOTICIAS
DE LAS PROVINCIAS.
MAESTRAZGO
12 [1848 octubre].-
(De “La España”).
Mientras las operaciones del Maestrazgo
se presentan tan bien, sucede lo contrario por la parte de Chelva, pues la facción del Pimentero en número de 100 infantes y
25 caballos está recorriendo impunemente los pueblos inmediatos a la huerta de
Valencia, habiendo estado el 9 en Benaguacil, Villamarchante y Cheste,
aproximándose hasta Chiva, de donde fueron ahuyentados por unos disparos que
les hicieron los paisanos. Sacan dinero a los ayuntamientos y recogen cuantos
caballos pueden.[19]
En parte del comandante militar de Requena con la misma fecha [octubre 21] se dice que la facción del
Pimentero [Timoteo Andrés (a) "Pimentero de Utiel"] había sido atacada la noche antes en la Aldea de la Torre, término de Utiel, por una compañía de las que
custodiaban el presidio de Villargordo;
y que después de media hora de fuego huyeron los facciosos dejando en el campo
tres muertos, un herido y un prisionero, y además doce caballos y muchas armas [en realidad, esta faccción la mandaba el "Dulzainero de Liria" (Esteban Arastey), subordinado de "Santés"].
Al comandante militar de Chelva se
presentó un faccioso procedente de aquella partida, llevando una capa y cinco
caballos que recogió en el acto de la dispersión.[20]
GUADALAJARA, 29 de octubre
[1848].- Por los partes recibidos en esta capital respecto a la facción Gamundi
[Pascual Gamundi], que invadió varios pueblos del partido de Molina, resulta,
que acosada y perseguida activamente por las columnas pertenecientes al
Maestrazgo y la que salió de esta capital con el mismo objeto, se ha visto
obligada a abandonar aquel país, y emprender su fuga con suma precipitación con
dirección a Ademuz, pueblo perteneciente a Castellón de la Plana [es incorrecto, pertenecía a Valencia]; según refieren los partes, se halla en el estado más
lastimoso, y perseguida muy de cerca por las columnas que del Maestrazgo
salieron en su persecución; unido esto a las considerables y valientes tropas
que se hallan operando en dicho punto, no será extraño que a esta fecha haya
recibido un terrible escarmiento.
TERUEL, 26 de octubre [1848].-
Perseguida y hostigada la facción Gamundi por cinco columnas nuestras,
retrocedió ayer desde Camarena por la Puebla de Valverde a internarse en la
sierra; pero hoy a las once ha sido alcanzada en Cedrillas por la columna del
Sr. Gispert [coronel Fernando Gispert] que la ha batido.[21]
Batida la facción de Gamundi el
21 del actual [1848 octubre] en las inmediaciones de Molina por la columna del
coronel O'Felan [Bernardo O'Felan], continuó este jefe su marcha el 22 sobre
aquélla, que, acosada muy de cerca, y no pudiendo sostenerse ya en la sierra de
Molina sin exposición de recibir un nuevo escarmiento, pasó a la de Albarracín
continuando sobre Frías, desde cuyo punto tomó la dirección de Ademuz. Avisado
de este movimiento el coronel Gispert marchó sobre el flanco izquierdo en
seguimiento de los rebeldes, a quienes pudo dar alcance el 26 en la parte de
Teruel dispersándolos completamente con pérdida de cuatro muertos y varios
heridos y cogiéndoles los bagajes con dos cargas de armamento.[22]
[1848 octubre]… Sin embargo, la
situación de Gamundi no era nada fácil, ya que era perseguido por cinco
columnas liberales. Acosado por las tropas de la reina, el 18 de octubre
Gamundi y Montañés [Pablo Montañés, hermano de Enrique, muerto en 1839, durante
la 1ª Guerra] pasaron con sus 120 hombres a la provincia de Guadalajara,
invadiendo algunos pueblos del partido de Molina. Llegaron incluso a entrar en
Molina de Aragón, refugiándose sus defensores en el castillo, mientras los
carlistas exigían 3.000 reales y algo de vino. Pero no pudieron llevarse nada,
ya que tuvieron que abandonar precipitadamente la población al acercarse la columna
del coronel O'Felan. Después de esto el jefe liberal los persiguió y alcanzó en
Teroleja (Guadalajara), donde los derrotó el 21 de octubre. En dicho encuentro
fue acuchillado lo mejor de la infantería carlista y los rebeldes sólo pudieron
salvarse de la caballería isabelina al refugiarse en un monte cercano. Esto
obligó a Gamundi a abandonar Castilla y a pasar a las sierras del Albarracín y
de Frías, de camino hacia Ademuz. De esta manera, poco después llegaron a
Orihuela del Tremedal (Teruel), con una partida muy estropeada y en un estado
lamentable.
Cerca de allí operaba otra
gavilla rebelde, la de Pimentero [Timoteo Andrés], que con ocho o diez caballos
y otros tantos infantes se encontraban por esas fechas en la salida de Arcos de
las Salinas.
… Las de Gamundi y las de
Pimentero eran por entonces las únicas partidas carlistas que seguían operando
en Aragón, ya que dos días antes [octubre 18] el brigadier Arnau [José Domingo
Arnau], cuñado de Cabrera, se había presentado en Alcalá de la Selva (Teruel),
acogiéndose al indulto.
… El 24 de octubre llegó a
Requena una columna mandada por el brigadier Llorens [José Joaquín Llorens Bayer], para acabar con las partidas facciosas que habían
llegado hasta allí, huyendo de la persecución que se les hacía en el
Maestrazgo. Dicha fuerza salió al día siguiente hacia Sinarcas (Valencia),
adonde debían llegar los restos de las partidas de Arastey [Esteban Arastey (a) "Esteve" o "Dulzainero de Liria" ] y
Pimentero [Timoteo Andrés, “Pimentero de Utiel”], que estaban tratando de
unirse. No sabemos qué pasó después, pero probablemente esas partidas rebeldes
acabarían deshaciéndose, ya que Arastey se presentó a indulto poco después. En
cuanto a Pimentero, dispersó entonces sus fuerzas, que reagrupó más tarde en la
provincia de Cuenca, abandonando definitivamente Valencia. Ya sólo quedaba José
Santés, que se presentó a indulto en Andilla el 27 de octubre, con los 16
hombres de su partida [pongo en duda esta noticia, pues Santés se incorporó posterioremente al ejército carlista de Cataluña a las órdenes del general Cabrera. También pudo ocurrir que tras presentarse a indulto, aprovechara para pasar libremente a ese sector (lo ingnoro)].
Después de esto las comarcas
valencianas y aragonesas recobraron la tranquilidad durante un tiempo.
Principalmente porque dejó de haber partidas autóctonas operando en la zona,
con lo que la guerra sólo se reanudó cuando llegaron a la zona fuerzas
carlistas procedentes de Cataluña.[23]
CORREO DE PROVINCIAS.
De Requena nos escriben el 25 [1848 octubre] que el día anterior [octubre
24] había llegado allí una columna mandada por el
brigadier D. Joaquín Llorens [José Joaquín Llorens y Bayer, antiguo jefe carlista
en la Primera Guerra, ahora brigadier del ejército gubernamental], llamado en la pasada guerra el Alcalde de Villareal, cuyo objeto es acabar con
las partidas facciosas que
andan por aquel país huyendo de la persecución que se les hace en el Maestrazgo. Dicha columna había salido al día
siguiente [25] en dirección de Sinarcas, a cuyas inmediaciones
debían llegar los jefes de las partidas facciosas de Esteve [Esteban Arastey y Murgui (a) "Esteve" o “Dulzainero de Liria”] y el Pimentero [Timoteo Andrés (a) el “Pimentero
de Utiel”], que parece trataban de reunirse. La actividad que distingue al
brigadier Llorens y su conocimiento del país y de la táctica que siguen los
facciosos hace esperar con fundamento que aquellos serán exterminados en breve.[24]
CRONICA
DE PROVINCIAS.
VALENCIA 8 de febrero [1849].-
No hemos
tomado la pluma en mucho tiempo para escribir alguna comunicación porque pocas eran
las noticias que pudieran darse sobre lo ocurrido en esta capital.
Dícese que
existen algunas partidas de sublevados en esta provincia y otras inmediatas. Nosotros
ignoramos cuanto se diga por falta de datos: sólo hemos oído con alguna
seguridad que en Chelva recorre una partida de carlistas su término. Comunicaremos
cuanto se aclare sobre lo anteriormente dicho.
Háblase de que
debe declararse la provincia en estado de sitio, y de que se aguardan facciones
en el Maestrazgo de un momento a otro.[25]
NOTICIAS
DE PROVINCIAS.
VALENCIA
20 [1849 febrero].-
(De
“El Siglo”).
[febrero,
mediados]
...También salieron en dicho día dos compañías de infantería con dirección al partido
de Chelva; por si acaso el Pimentero
[Timoteo Andrés] bajaba desde Tarancón a sus antiguas guaridas.[26]
VALENCIA
20 febrero [1849].-
[febrero,
mediados] ...De
esta capital han salido tropas, y se habla mucho de la aparición de partidas de
sublevados. Dícese que el Pimentero está en Chelva con algunos carlistas y otras cosas que no nos atrevemos a
comunicar por carecer de datos...[27]
CORREO
DE PROVINCIAS.
VALENCIA
22 de febrero [1849].-
[febrero,
mediados] Estos
últimos días salieron dos compañías de infantería hacia el distrito de Chelva, a donde se decía bajaba el
cabecilla Pimentero, después de su incursión en la provincia de Cuenca; cosa
nada extraña, puesto que los partidos de Chelva
y Requena son los más conocidos del
expresado cabecilla, como natural de Utiel.
Sin embargo, hasta ahora, nada se sabe de su paradero; será regular se haya
internado otra vez en los montes de Toledo...[28]
VALENCIA 24 [1849 febrero].- (De
“La Reforma”).
El jefe político y capitán
general han recibido la noticia de la derrota del cabecilla Pimentero. A
propósito de esta noticia, y con objeto de manifestar a los periódicos del
gobierno que los correspóndales de los periódicos liberales no son menos
veraces que los suyos, y que no pueden hacer causa común con los sectarios de
la inquisición, debo recordar que hace más de un mes manifesté que por el
partido de Ademuz, y con dirección a la provincia de Cuenca, habían pasado unos
cuantos montemolinistas. Quién era el cabecilla que los mandaba no se decía, ni
de donde procedían tampoco; pero el hecho era cierto, así como lo es que andan
ocultos y reclutando gente el cabecilla conocido por Chaleco [Francisco María de Bernardo] y otro llamado
Pepe Lama [José González], compañeros de Pimentero [Timoteo Andrés], a los cuales es regular se reúna
hasta la otra. Esto no es proteger a los motemolinistas; esto es dar aviso a
las autoridades.[29]
A primeros de marzo de 1849, y delatado por uno de los suyos, es detenido en Burgos el "Pimentero de Utiel" (Timoteo Andrés), tras bajar de una diligencia, punto desde donde pretendía partir hacia Francia. Es ejecutado el día 8 de este mes.
Pimentero fue el último jefe carlista de importancia que resistía y merodeaba este sector a estas alturas de la guerra.
A partir de este momento, por aquí, ya no se dan más noticias de guerra en el período.
Pimentero fue el último jefe carlista de importancia que resistía y merodeaba este sector a estas alturas de la guerra.
A partir de este momento, por aquí, ya no se dan más noticias de guerra en el período.
El 4 de abril de 1849, fue detenido el Pretendiente
(Carlos Luis Fernando de Borbón y Braganza, conde de Montemolín) al intentar
entrar en España por la frontera francesa y regresó a Londres. El 26 de ese
mismo mes (algunas fuentes manifiestan que fue el 23 o el 25...), también cruza la frontera, para su exilio en Marsella, D. Ramón
Cabrera Griñó (el “Tigre del Maestrazgo” en la guerra anterior) que, por lo visto, partió con
tan poco convencimiento en la victoria con el que había llegado en junio de
1848.
A mediados de mayo se da por finalizada la II Guerra Carlista, también denominada Campaña Montemolinista o Guerra de los Matiners.
A mediados de mayo se da por finalizada la II Guerra Carlista, también denominada Campaña Montemolinista o Guerra de los Matiners.
[1] Caridad Salvador, Antonio. Publicación “La Revuelta de los matiners en Valencia y
sur de Aragón”. Estudis castellonencs nº 1 (2ª época), 2015-2016.
[2] Periódico “La Esperanza” (Madrid): 23 marzo 1847.
[3] Periódico “El Español” (Madrid): 26 junio 1847.
[4] Periódico “Eco del Comercio” (Madrid):
30 septiembre 1847.
[5] Periódico “El Heraldo” (Madrid): 22 mayo 1848.
[6] Caridad Salvador, Antonio. Publicación “La Revuelta de los matiners en Valencia y
sur de Aragón”. Estudis castellonencs nº 1 (2ª época), 2015-2016.
[7] Periódico “El Heraldo” (Madrid): 19 septiembre 1848.
[8] Periódico “El Observador” (Madrid):
5 septiembre 1848.
[9] Periódico “El Católico” (Madrid): 5 septiembre 1848.
[10] Periódico “El Clamor Público” (Madrid):
8 septiembre 1848.
[11] Periódico “El Católico” (Madrid): 6 septiembre 1848.
[12] Periódico “El Católico” (Madrid): 18 septiembre 1848.
[13] Periódico “El Clamor Público” (Madrid):
10 septiembre 1848.
[14] Periódico “El Católico” (Madrid): 14 septiembre 1848.
[15] Periódico “El Clamor Público” (Madrid):
13 septiembre 1848.
[16] Caridad Salvador, Antonio. Publicación “La Revuelta de los matiners en Valencia y
sur de Aragón”. Estudis castellonencs nº 1 (2ª época), 2015-2016.
[17] Periódico “El Heraldo” (Madrid): 26 septiembre 1848.
[18] Periódico “El Observador” (Madrid):
19 octubre 1848.
[19] Periódico “La Esperanza” (Madrid): 17 octubre 1848.
[20] Periódico “El Clamor Público” (Madrid):
27 octubre 1848.
[21] Periódico “El Heraldo” (Madrid): 31 octubre 1848.
[22] Periódico “El Popular” (Madrid): 2 noviembre 1848.
[23] Caridad Salvador, Antonio. Publicación “La Revuelta de los matiners en Valencia y
sur de Aragón”. Estudis castellonencs nº 1 (2ª época), 2015-2016.
[24] Periódico “El Heraldo” (Madrid): 29 octubre 1848.
[25] Periódico “El Observador” (Madrid):
13 febrero 1849.
[26] Periódico “La Esperanza” (Madrid): 24 febrero 1849.
[27] Periódico “La Patria” (Madrid): 25 febrero 1849.
[28] Periódico “El Observador” (Madrid):
27 febrero 1849.
[29] Periódico “La Esperanza” (Madrid): 28 febrero 1849.
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